Álvaro Borrás Marimón
El capitán Álvaro Borrás Marimón, nacido en Barcelona en 1915 fue uno de los pilotos de la Escuadrilla Azul en la campaña de Rusia. Fue un distinguido oficial que ya había destacado en la Aviación Nacional en la Guerra Civil (y antes de la Guerra ya había militado en la derecha hispanista en Cataluña). En enero de 1943 consiguió ser admitido para formar parte de la Cuarta Escuadrilla Azul española en Rusia.
La Cuarta Escuadrilla Azul española (véase articulo anterior) se incorporó al frente ruso en julio de 1943, justo a tiempo para participar en la batalla de Kursk, una de las mayores batallas tanto de tanques como aéreas de la II Guerra Mundial. En ella el IX Cuerpo de Ejército alemán al mando del general Walther Model trató de eliminar un gran saliente ruso alrededor de la ciudad de Kharkov que constituía una grave amenaza para el ejército alemán . Si los rusos avanzaban desde allí podían colapsar el frente alemán en Ucrania y penetrar en Polonia y en la propia Alemania.
Por ello los alemanes pusieron en marcha lo que llamaron “Operación Ciudadela”. Un asalto masivo a las posiciones rusas, utilizando los tanques alemanes más poderosos y la tecnología militar germana más avanzada del momento. Pero los rusos respondieron luchando con fiereza y al cabo de pocas semanas el Mando alemán suspendió la operación al estar sufriendo bajas enormes en el asalto a posiciones soviéticas muy fortificadas.
En esta batalla además de los tanques y la infantería, la aviación tuvo un gran papel y se produjeron grandes combates aéreos. La Cuarta Escuadrilla Azul española, al mando del comandante Cuadra Medina, que volaba cazas alemanes Focke Wulf 190, participó en ellos junto a otras escuadrillas alemanas, aunque operaba desde bases como la de Jaracevo desde la que tenía que volar cientos de kilómetros para participar en los combates. A partir de agosto tuvo que afrontar el contraataque ruso en lo que se conoce como Batalla de Orel.
En estas semanas de lucha aérea encarnizada entre julio y agosto la Escuadrilla Azul española derribó 53 aviones rusos perdiendo 6 pilotos entre ellos al capitán Álvaro Borrás, que al principio había estado destinado en la base de Smolensk pero pronto se había incorporado a los combates. La muerte del capitán Borrás se produjo el 31 de agosto de 1943 al participar junto a otro compañero, el alférez Mateo en un combate contra 8 aviones rusos. Era una misión de protección de bombarderos alemanes JU 88. El alférez Mateo describió así lo ocurrido:
“Volábamos por debajo de un techo de nubes no muy espeso cuando el capitán Borrás dio la alarma de aviones enemigos. Le vi iniciar un rápido descenso siguiéndole yo como pude hasta que al salir de nuevo a la nube nos encontramos unos 8 aviones enemigos. Borrás me dio orden de atacar al de la izquierda. Dio un viraje a la vertical. Traté de seguirle pero no lo pude distinguir entre tanto avión. Le llamé por radio para que viera el Lagg-3 que acababa de derribar pero no obtuve respuesta…”
El capitán Borrás parecía haber desaparecido pero el misterio se aclaró al día siguiente cuando un aparato de observación localizó su avión derribado en territorio ruso y carbonizado junto a un avión ruso Lagg-3 también derribado. Se había lanzado audazmente a atacar a los aviones enemigos y había muerto. Era un período en que la aviación rusa tenía ya una gran superioridad numérica sobre la alemana (como lo demuestra que el combate que le costó la vida a Borrás fuese de 8 contra 2). El bando alemán aún compensó durante un tiempo esta inferioridad con la mayor calidad de sus pilotos y sus aviones pero a la larga la situación solo podía ir a peor. Y además en esta fase de la Guerra los rusos ya fabricaban aviones de gran calidad como el Mig 3, el Lagg-3, el Stormovik, el bombardero Peltyakov 2, etc. Y sus pilotos cada vez tenían mayor nivel.
El capitán Borrás en el tiempo en que había estado destinado en la base de Smolensk había trabado gran amistad con pilotos alemanes de gran prestigio como el comandante Rudel (véase artículo anterior) o el “oberst” Nordmann ( 78 victorias) con los que solía conversar al final del día en agradables veladas en las que solían tomar champán francés.
El capitán Álvaro Borrás recibió importantes condecoraciones alemanas y españolas como la Cruz de Hierro de Segunda Clase o la Cruz al Mérito Militar española con distintivo rojo, entre otras.
RAFAEL MARÍA MOLINA. HISTORIADOR.
Fuente: La Escuadrilla Azul. Los pilotos españoles en la Luftwaffe. Jorge Fernández Coppel. La Esfera de los Libros. 2006.

Categorías:CATALANS HISPANS, Héroes militares catalanes
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