ENTREVISTA a César Alcalá: “los torturadores españoles de las chekas superaron en crueldad a los bolcheviques”


El prestigioso historiador y periodista César Alcalá acaba de publicar bajo el sello editorial Sekotia Chekas sin complejos, una revisión crítica de lo que fueron las cárceles anarcosindicalistas y comunistas. Ha tenido la amabilidad de atendernos para reflexionar sobre los aspectos más importantes de esta obra.

Es usted el gran historiador de las chekas. Primero con su libro sobre las chekas en Cataluña y ahora en el conjunto de España…¿Por qué un libro sobre las chekas ahora?

Considero que es importante dar a conocer una parte de lo que hoy en día se llama “memoria histórica”. Y digo una parte porque los avaladores de las leyes que quieren imponerla, sólo lo hacen para recordar lo que ocurrió en un bando. Es una memoria histórica sesgada y alejada de la realidad. Por eso, siempre es importante recordar lo que pasó, teniendo en cuenta que los gobernantes quieren sesgar lo ocurrido. Y este libro y los otros publicados sobre las chekas y la guerra civil son claves para que no se olvide y recordemos aquello que pasó.

Más necesario que nunca, pues la sectaria ley de memoria democrática sólo mira para un lado…

¡Claro! Como he dicho es una ley sesgada y que solo mira a un bando. No voy a decir que mira hacia el bando perdedor, porque en una guerra civil no hay vencedores ni vencidos. Toda España perdió. Una guerra civil es un conflicto entre hermanos. Con lo cual nadie gana. Sin embargo, ahora hacen ver que unos fueron buenos y otros malos. Ni unos fueron tan buenos, ni los otros fueron tan malos. Ambos bandos tienen que avergonzarse de lo que ocurrió. Sesgar la realidad solo sirve para volver a abrir unas heridas que hace muchos años se cerraron. Vivir inmersos en el guerracivilismo es deleznable. Debemos mirar hacia el futuro y dejar en paz a los muertos. El problema es que las debilidades de los gobernantes se tapan lanzando globos sonda y explotando temas vinculados con la reciente historia de España.

Las chekas son sinónimo de horror y sin embargo nunca se habla de ellas mientras oímos hablar hasta la saciedad de bombardeos o fusilamientos…

En las chekas murieron miles de personas. O a través de ellas. Me explicaré. Muchas de ellas sirvieron como centros de detención. Ahí las personas pasaban unas horas y luego se las llevaban a cualquier sitio para fusilarlos. Muchos de ellos nunca fueron juzgados. Otros fallecieron en las chekas después de ser torturados. El hecho o la esencia era acabar con todas esas personas que no pensaban igual que los chekistas. Es decir, se persiguió a religiosos, a católicos, a personas ricas, a intelectuales, a propietarios, a personas de derechas, a… Pero no debemos olvidar que las chekas también sirvieron para eliminar a personajes, tanto anarquistas como comunistas o socialistas, que molestaban. Un ejemplo, en Cataluña fueron eliminados por sus propios compañeros 90 miembros de ERC. Con respecto a lo que me decía, evidentemente un bombardeo es más espectacular y en la memoria tenemos Guernika, Cabra, Madrid, Barcelona, Granollers… Es mas impactante. Sin embargo, las chekas no lo son tanto, pero provocaron más muertes que todos los bombardeos juntos.

¿Por qué cree que partidos como el PP, nunca han querido reivindicar a las víctimas del terror rojo y de las chekas?

Porque no da votos. O al menos creen que no se los darán. Creo que se equivocan. También pienso que los partidos políticos no deben tratar estos temas. ¿Qué quiero decir? La misión del político es gestionar y trabajar para el bien común. La misión de los historiadores es investigar sobre lo que ocurrió y darlo a conocer. Cuando ambas se juntan, no vamos bien. El político no puede hacer de historiador. No por falta de capacidad, sino porque no es su misión. Y no hablo solo del PP, tampoco el PSOE, UP… ningún partido debe legislar sobre lo que ocurrió. Vamos a poner un ejemplo. Ahora se ha pedido políticamente que se anule el proceso contra Lluís Companys. Según la ley pueden hacerlo. Tienen el poder para llevarlo a cabo. Sin embargo, ¿de qué sirve? El juicio existió, la sentencia se cumplió y fue ejecutado. Si borramos la sentencia, ¿cómo explicaremos históricamente lo que ocurrió? Es ilógico. La historia es la que es y no la que nos gustaría que hubiera sido. Y esta es la realidad, mal que les pese a algunos.

¿Qué fueron exactamente las chekas? ¿Cuántas hubo? ¿Cuántas personas fueron recluidas en las chekas y cuántas murieron?

Un instrumento de terror para diezmar a una población que se la consideraba enemiga. Este es el resumen. Luego podemos añadir que se aplicaron métodos de tortura, que sirvieron como centros de detención para luego trasladarlos a otros lugares y asesinarlos. Todos los partidos políticos y grupos anarquistas, si querían tener cierto prestigio, tuvieron su propia cheka. Era un prestigio tener una. Recordemos que el PNV, ERC, PSOE, PSUC, UGT, POUM, PCE, CNT-FAI… todos tuvieron sus propias chekas. Ser un presunto líder -sindical o político- y estar rodeado de una cuadrilla de indeseables asesinos era más que suficiente para establecerse en una cheka propia. Por eso en Madrid hubo 345 chekas, en Barcelona 47 y en la Comunidad Valenciana 55, a parte de los barcos-prisión. Era fácil y las cifras lo demuestra. Con respecto a las personas asesinadas en ellas, no hay unas cifras definitivas, pero si le puedo decir que en la retaguardia de Madrid se asesinó a más de 10.000 personas; en Cataluña superó las 8.500 personas; y en la Comunidad Valenciana más de 6.000. No todos ellos pasaron por las chekas, pero si podemos decir que una 70% de ellos estuvieron en una de ellas.

Es obvio que los gobiernos de la República tenían que conocer su existencia.

Evidentemente que conocían la existencia de las chekas, pues miembros del gobierno republicano tuvieron una, como Ángel Galarza. En Cataluña las patrullas de control estaban formados por miembros del POUM, CNT-FAI, ERC y PSUC. Y lo mismo podemos decir de la Comunidad Valenciana y, en concreto con Loreto Apellaniz. Todos conocían de su existencia y todos se beneficiaron de ellas. Y quien diga lo contrario miente. Se discute mucho sobre si Companys firmó o no sentencias de muerte. La verdad es que importa poco si las firmo o no. Él era presidente de la Generalitat de Cataluña. Las personas represaliadas lo fueron porque él no hizo nada para salvarlas. No es menos culpable por no haber firmado una sentencia de muerte. Tiene la misma responsabilidad. Si no estaba de acuerdo con la represión que estaban sufriendo los catalanes, lo tenía muy fácil. O actuaba para salvarlos o dimitía. Y lo sabía. Conocía de su existencia. Ellos mismos tenían una. No podemos hablar de ignorancia. Nunca lo fueron.

¿Cada partido republicano tenía su propia cheka?

No solo los republicanos, también los anarquistas y personajes indeseables tuvieron la suya. Estos últimos posiblemente estaban afiliados a algún partido, pero no era del todo necesario. Sembrando el terror nadie se atrevía a preguntarles su afiliación política. Tengamos en cuenta una cosa, es la segunda vez en la historia que se aplicó la represión a la población civil en la retaguardia. Antes lo hicieron los bolcheviques. Luego los nazis copiaron a estos y a los represores españoles. Recordemos la famosa fotografía de Himmler, en 1941, visitando la cheka de Vallmajor de Barcelona. Himmler quedó impresionado por aquel lugar. Hasta ese momento nunca se había represaliado a la población civil. Al menos con la brutalidad de la que estamos hablando. En algunos casos, los torturadores españoles superaron en crueldad a los bolcheviques.

¿Por qué  casi nunca se ha hablado en las últimas décadas del horror y las torturas de las chekas? No se han hecho exposiciones,  ni es un tema que se mencione, aunque está en la auténtica memoria histórica de los españoles, por transmisión familiar…

El problema es que, terminada la guerra civil, se quiso olvidar. Oficialmente paso. Se desmontaron todas las chekas y se hicieron desaparecer las atrocidades que ahí se cometieron. Se desmanteló todo. Sólo existen documentos gráficos y una película que filmó Edgar Neville y que reproduje en este periódico:

Existe la transmisión familiar. Con los años entrevisté a personas que habían tenido familiares en ellas y algunos pocos que se salvaron de una segura muerte. Todos ellos aun tenían el miedo en el cuerpo y les costaba explicar lo vivido. Contestando a su pregunta, no ha habido interés en darlo a conocer. En algunos casos sería tan fácil como colocar una placa en el edificio, porque muchos de ellos aún existen. En Madrid, Barcelona o Valencia se podría hacer una ruta sobre las chekas. Con una explicación. Así de fácil haríamos memoria histórica y recordaríamos lo que ocurrió. Pero no hay interés por parte de nadie en hacerlo. Es una pena.

En Casa del libro

Javier Navascués



Categorías:Entrevistas, Memoria histórica

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