Elvira Roca se defiende de los ataques de la obra «Imperiofilia» y denuncia la vacuidad de historiadores e intelectuales sectarios

Comienzo señalando que lo que molesta de Imperiofobia y leyenda negra no es su contenido sino su éxito. Si hubiera sido lo primero habría habido reacción en 2016, cuando se publicó, y no habría esperado hasta la celebración de los 100.000 ejemplares en la primavera de 2019. Es lo que han hecho José Luis Villacañas en la entrevista “La historia de la leyenda negra, un asunto político de filias y fobias” (EL PAÍS, 3/6/2019), publicada con motivo de la aparición de su libro Imperiofilia, y Carlos Martínez Shaw en el artículo “Contra el triunfo de la confusión” (EL PAÍS, 27/6/2019).
El señor Martínez Shaw considera que esto se debe a la profunda ignorancia en historia de los españoles. Si tal cosa fuera cierta, en su cuenta debe poner tal desdicha, por no haber hecho lo que debiera como historiador oficial para remediarla. El señor Villacañas ha utilizado para referirse a mí y a mi trabajo calificativos insultantes como “deshonesto” y “tóxico” en sus entrevistas, a los que hay que añadir otros como “monstruosa” (pág. 104), “sádica” (pág. 110), “falsaria” (pág. 132), “desvergonzada” (pág. 124) y un largo etcétera. Del insulto pasó directamente a la difamación acusándome de participar en no sé qué extraño complot fraguado por Trump y Putin. En el faldón de su libro señala que “Imperiofobia es un producto de la factoría de Steve Bannon”.
El señor Villacañas ha utilizado para referirse a mí y a mi trabajo calificativos insultantes como “deshonesto” y “tóxico” en sus entrevistas, a los que hay que añadir otros como “monstruosa”, “sádica”, “falsaria”, “desvergonzada”

Ha escrito enormidades que rebasan la mera discrepancia, por muy virulenta que esta sea, para rozar el delito, como considerar mi trabajo contrario a la Constitución española, que con tanto empeño he defendido toda mi vida. Y de hecho participé en la ceremonia de su 40 cumpleaños en Bruselas con el ministro Borrell, lo que constituyó un gran honor. Es Villacañas quien ha expresado posturas contrarias a nuestro ordenamiento constitucional y defiende un referéndum de autodeterminación en Cataluña. Inventa cosas inverosímiles para cualquiera que no haya caído en la paranoia como que yo pretendo que la jerarquía católica gobierne España.
Conviene no olvidar en el porvenir que el señor Martínez Shaw, catedrático de Historia Moderna y miembro de la RAH, avala y elogia lo escrito por el señor Villacañas y, por tanto, defiende también que mi trabajo es “falseamiento de la historia”. ¿No piensan incluir en la caza de brujas al sueco Arnoldsson o a los estadounidenses Powell, Maltby o Hilton o el francés Joseph Pérez? No sé si han notado que al calificar de falsificación mi trabajo hacen lo mismo con todos aquellos autores en los que mi trabajo (“el corazón de las tinieblas”, según Martínez Shaw) se basa. Son unos cientos: Geoffrey Parker, Thomas Dandelet, Arturo Farinelli, John A. Marino, Ricardo García Cárcel, Carmen Iglesias, Mark V. Edwards, Robert Michael, Jaime Contreras, Andrew Beck…
Esta es la tónica: opiniones contra hechos, descalificaciones ideológicas sin fundamento, acusaciones de conspiración y la más absoluta falta de argumentos.

Esta es la tónica: opiniones contra hechos, descalificaciones ideológicas sin fundamento, acusaciones de conspiración y la más absoluta falta de argumentos. Quisiera que el señor catedrático Martínez Shaw aclarara si está afirmando que los datos, citas, referencias y documentos que aparecen en mi libro son falsos y, como su acusación ha sido pública, respondiera a esto también públicamente. Señala el señor Martínez Shaw que “imperiofobia” como prejuicio es “una conceptualización (que) deriva directamente de la metafísica y no de la historia… o sea hay como una causa incausada”. El concepto procede directamente del diccionario. María Moliner define “prejuicio” como “juicio que se tiene formado sobre una cosa antes de conocerla… significando una idea preconcebida que desvía del juicio exacto”.
El prejuicio precede al juicio. En caso contrario ya no es un prejuicio. Conviene cuando se escribe tener cerca un buen par de diccionarios para usar el lenguaje con precisión. Considera también que “Imperiofobia incluye disparates que han desaparecido de cualquier relato histórico científico desde hace ya mucho tiempo”. Vamos pues con lo científico y con la actualidad. En 2018 el genetista belga Maarten Lamurseau, atrapado también en las fauces del franquismo irredento, publicó un trabajo en el que demostraba que es falsa la creencia común en los Países Bajos según la cual los morenos de esa región son el resultado de las violaciones perpetradas por los españoles de los Tercios.
En 2017 un equipo de arqueólogos descubrió la torre de los cráneos que describen Gómara y otros cronistas. Es un argumento definitivo que acaba con la idea de que los españoles se inventaron los sacrificios humanos para justificar la conquista
En 2017 un equipo de arqueólogos descubrió la torre de los cráneos que describen Gómara y otros cronistas. Es un argumento definitivo que acaba con la idea de que los españoles se inventaron los sacrificios humanos para justificar la conquista. En 2019 tras más de cuatro siglos de silencio se celebra por primera vez en Cartagena (ARQUA) un congreso sobre la Contraarmada de Drake y Norris (1589). Habría que preguntarse por qué la historiografía oficial española ha permitido este enorme silencio al mismo tiempo que consentía y hasta ayudaba a que la llamada Invencible se transformara en un hito inolvidable. Esta es la gigantesca cuestión que habría que analizar y las acusaciones de criptofranquismo no sirven para tal fin. Entre otras razones porque los historiadores franquistas no hicieron nada para remediarlo.
Lo verdaderamente anticuado es no haber salido del esquema mental del franquismo maniqueo y simplón. O estás en la zona del patético “Por el imperio hacia Dios” o estás en contra y para demostrarlo hay que apuntarse a la denigración del pasado de España. Su principal empeño es arrastrar la historia al terreno de la confrontación política. Alimentar el discurso de una historia de España excepcional y atroz, caso único entre las naciones civilizadas (“el pueblo que más persiguió a los judíos”, dice Martínez Shaw), viene de estos resabios y ha servido para justificar la idea de que esta cosa tremenda y anormal que es España requiere de medidas también excepcionales, ya sea una mano de hierro o su desmembramiento. Esa España que no tiene apaño ha sido el argumento favorito de todos los totalitarismos que han venido a afligir a este país nuestro con la cobertura ideológica de España como excepción, anomalía o problema. Para ayudar a despejar esa niebla se escribió Imperiofobia.
María Elvira Roca Barea es escritora y autora del libro Imperiofobia.
Publicado en ElPais
Categorías:CORRECCIÓN POLÍTICA, HISPANIDAD, HISTORIA, MEMORIA HISTÓRICA

Estima Señora:
En primer lugar enhorabuena por su libro. Valiente, documentado y oportuno, en donde los intelectuales españoles desde siempre se dejaron impresionar por la Ilustración, el Liberalismo, y todo lo que venía de fuera.
Usted apenas si tendría 10 años cuando vino a España Aleksandr Solzhenitsyn, Premio Nobel de la Paz, y en una entrevista que le hizo en TV José María Iñigo, en el programa DIRECTISÍMO, este hombre hizo un comparativo de lo que había visto en España, y lo que había en su país, denunciando las circunstancias negativas que se daban en su país. Señora, me hubiera gustado que hubiera usted contemplado como se le acusó y se le trató en España por los principales periódicos especialmente EL PAÍS. En donde un redactor muy importante llegó a decir: «Que mientras que hubiera personas como el premio Nobel», deberían de existir los campos Gulag. Aquello fue una auténtica vergüenza.
Así que usted tranquila, y ánimo, que España le necesita.
Saludos
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No solamente es eso:
La ideología que promueve la masonería desde el siglo XVIII como excusa de su existencia y de su justificación para dominar y corromper España es justamente la leyenda negra. Y esa misma leyenda negra la recoge el socialismo para lo mismo:
Así, según ellos, España es un Estado fallido por culpa de la Iglesia Católica y de la monarquía.
Lo que los investigadores extranjeros demuestran y Barea divulga es que eso es falso.
(es decir, la Leyenda Negra es propaganda de guerra en estado de guerra)
Y aquí empieza el problema:
Si la justificación para la existencia del Gran Oriente de Francia en España y del PSOE no existe, estos no tienen excusas para hacer daño.
Esto no significa que España tenga un atraso (relativo) en industrialización, que es lo que trae lo que llamamos «mundo moderno» y progreso material y científico.
Pero para industrializar España se necesitan medidas especiales para ello, como las que hicieron Carlos III y sus sucesores para industrializar Cataluña y Franco para industrializar España; nunca con medidas anti empresa, como las socialistas o anti-industria, como la «desamortización» masónica.
Por último, aunque no estemos a la cabeza -y todos los imperios como el romano, el arabe, el francés, el inglés, el norteamericano… están condenados a desaparecer-, tampoco estamos a la cola:
Los indicadores dicen que estamos en el grupo de países desarrollados, que son minoría; excepto en universidades, que tras la reforma masónica de Felipe González hemos caído y no nos recuperamos.
Es de tontos seguir repitiendo como loros estas falsedades que no ayudan para nada y hacen daño a todos, excepto para los masones, los pesoistas, los pujolistas y los de Podemos.
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Creo que Elvira Roca da en la diana: los envidiosos incompetentes están resabiados por el éxito cosechado por la obra de Elvira Roca.
Estos cantamañanas ahora quieren tener el éxito de ella usándola con sus panfletos escribiendo disparates, insultos, descalificaciones etc.
Los dos panfletarios deberían ceñirse a los hechos y no a sus palabras mentales: escriben libros para su galería de progres con la esperanza de ser también superventas.
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Ya va siendo hora de poner la Universidad española al nivel europeo que por nuestro desarrollo económico y social deberíamos tener.
Hay que sacar a patadas a los penenes y meritorios que, sin tener el nivel intelectual y prestigio académico para ser profesores titulares, fueron puestos a dedo por Felipe González para chupar de la teta pública por otros medios y formar (deformar) la mentalidad de los alumnos (creando «futuro») de acuerdo con las órdenes del Gran Oriente de Francia.
La Universidad es un factor de desarrollo muy importante para los países; si funciona, claro.
Si no funciona, es un factor de atraso muy importante.
¿Vamos a seguir por el camino del atraso, a ver si nos despeñamos?
¿Con nuestro dinero?
¿Somos gilipoyas?
Así es imposible competir con otros países y salir adelante.
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El marxismo sionista cultural intenta destruir la civilización europea, además de con el sexo y con la destrucción de la religión, con el antieuropeismo diciendo:
Todo los éxitos de los blancos es malo\falso\inexistente.
(es decir, destruyen la autoestima y la personalidad de la sociedad blanca para desestabilizarla y dominarla)
Por tanto, humillate y obedece:
De ahí la destrucción de las estatuas de Colón en Norteamérica. En España simplemente recogen las falsedades de la leyenda negra y las repiten sin pensar.
Lo.más extraordinario es que esta gentuza vive y expande su odio con el dinero de los impuestos y las ayudas sociales de los blancos europeos que tanto odian y que fomentan su exterminio.
Y aquí si que está la decadencia de civilización occidental: en mantener este cáncer parasitario.
Así es imposible salir adelante; y esto no tiene nada que ver con la democracia, que es otra cosa muy distinta.
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Digan lo que digan Martínez Shaw y José Luis Villacañas, los hechos cantan solos y la palabrería masónica ha resultado vacía y nefasta.
Además, ¿qué se está enseñado en Harvard, Yale, Oxford, Cambridge…?
¿Qué se está enseñado en las universidades países que fueron enemigos de España: Francia, Alemania, Suecia, Holanda…?
Roca Barea no descubre nada, sólo está vulgarizando un conocimiento que los académicos y los especialistas en la materia saben y tienen como cierto a nivel profesional.
No en vano «la verdad nos hará libre»
¿Por qué Martínez Shaw, José Luis Villacañas, Zapatero, Junqueras y los masones insisten en la mentira?
Es evidente: no nos quieren libres; nos quieren esclavos.
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Martínez Shaw utiliza mitos para desprestigiar a Doña Elvira Roca Barea, y los mitos no tienen fundamento ni un estudio objetivo detrás sino lo que tienen es una deformación de la historia o de las circunstancias que se arrojan contra la otra persona por el motivo de envidia pura u otros motivos peores. Martinez Shaw es un pobre Groucho Marx de la historia que utiliza la frase «¿A quien va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?». No le llega ni a la altura del betún a Doña Elvira Roca Barea. Al combate Doña Elvira, al combate, ánimo. Un enorme agradecimiento por su fantástica labor Saludos. Andrés Suárez
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El pelacañas es un asiduo de la tuerka coletarra. En cualquier caso, si tanto le agravia España que se vaya a algún paraíso chavista-castro-comunista y que cobre la nómina en bolívares si tan convincentes le resultan las doctrinas marxistas.
Está claro que las plazas de catedrático se obtienen con los cupones descuento de los supermercados.
S2
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El pelacañas estará lleno de odio y será un resentido sin causa, pero no idiota:
La nómina la cobraría en dólares capitalistas contantes y sonantes.
El que esté en la Universidad es la prueba de que la Universidad española, que tanto dinero nos cuesta, es digna sólo de una república bananera, resultado de la Reforma masónica de Felipe González con la excusa del progreso, la modernidad Eurooa.
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La verdad duele. Habrá un antes y un después gracias al descomunal trabajo de Da ME Roca. Su libro es admirable y tan documentado que rebatirlo va a ser empresa cuasi imposible. Por cierto lean mi libro Capan Acochi, sobre Vázquez Coronado. Aunque basado en rigurosas fuentes históricas es una novela de aventuras y si hubiesen sido franceses o ingleses ya tendríamos 50 peliculas.
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