Pere Vallmitjana Abarca, benedictino de Montserrat de 61 años (nació en Barcelona en 1875), fue asesinado en Cerdanyola (Barcelona) el 21 de febrero de 1937 y beatificado en 2013. Como para la mayoría de los monjes mártires de esa abadía, es casi imposible encontrar datos biográficos (a buen entendedor…). Era sacerdote, y la documentación de la Causa General precisa que “según algunos [fue] quemado vivo en un horno de cemento”.
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somatemps.me 
Si copian ustedes sin citar la fuente, dan a entender que son personas dispuestas a engañar y de las que uno no se puede fiar; de ahí a concluir que sus propuestas no son mejores que las de las personas a las que critican va un paso…
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¿Qué se puede hacer con estas alimañas llenas de odio sin causa?
¿Qué les ha hecho ese pobre hombre pacífico e indefenso?
Un grupo de asesinos armados le echan vivo a un horno para ser quemado vivo. ¡menuda hombría!
¿Y estos satanes son los que van a crear un mundo nuevo, de paz y fraternidad entre los hombres?
¿Esta escoria es la que va a traer prosperidad para los proletarios?
Parece que cuando se baja la guardia, lo peor de cada casa sale a la luz y comienzan a asesinar y destruir con la excusa que sea: en este caso imponer la dictadura que la mayoría evidentemente no quiere.
Hoy, con la perspectiva que da el tiempo, visto lo que han sufrido todos los países comunistas, la miseria, la represión, la tortura y los asesinatos en masa, podemos decir ¡de buena nos hemos librado!
Pues hay gente, como Pablo Iglesias, que dice que él es de los que «perdieron la guerra»; y que hay que imponer la «socialdemocracia de
Lenin», la misma que trajo la miseria, la destrucción y el genocidio en Rusia.
Parece que no aprendemos.
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