Hay un mito sobre la disciplina anglosajona sobre la hispana. Pero si nos atendemos a una comparación sobre los motines entre las armadas inglesa y española. Las condiciones durísimas que sufrió la armada española en su decandencia a finales del XVIII y principios del XIX, podían suponer que debía ser un fenómeno frecuente.
Sin embargo, sólo existieron dos casos en toda la historia: el más conocido es un amotinamiento de una treintena de infantes de marina en 1805, a bordo del San Juan Nepomuceno de Churruca, solucionado sin muchos problemas; y el más grave que ocasionó la pérdida del viejo navío Asia, en 1825.
Los motines en la. Armada inglesa
Relacionaremos los motines más importantes de la Royal Navy. Los primeros ocurrieron en 1794, tras el estallido de la revolución francesa y en buques aislados.
-Motín en el HMS Culloden. Corre el año de 1794, a finales de año, en concreto el 3 de diciembre, ocurre un motín en un buque de guerra británico. Era un navío de tercera clase con 74 cañones. Los amotinados, que habían conseguido llegar hasta las armas portátiles y hacerse con 50 mosquetes y varias hachas de abordaje, procedieron a la detención de los oficiales.
-Motín en el HMS Windsor-Castle. El motín en el HMS Culloden, en 1797, tuvo que ver con las condiciones de vida a bordo, pero el que ocurrió en el HMS Windsor-Castle fue debido a algunos oficiales de métodos tan rudos que acabaron por soliviantar a toda la tripulación de un navío de tres puentes y 98 cañones.Los amotinados se hicieron con el buque y pidieron que fueran sustituidos nada más y nada menos que el contralmirante Linzee, el capitán Shield, el primer teniente y el primer contramaestre.

-El motín de Spithead. 1797 empezó el año con un motín a gran escala y nada menos que en la flota del Canal en su base de Spithead (al sur de Inglaterra), que era la última defensa que tenían los británicos ante sus enemigos. El 15 de abril el almirante Bridport, comandante en jefe de la flota del Canal, que había sustituido al recientemente dimitido Lord Howe, dispuso la señal de zarpar a toda la flota, cuando los marineros del navío de 100 cañones HMS Royal George, en vez de levar anclas subieron a cubierta y realizaron tres aclamaciones, que fueron contestadas igualmente a lo largo y ancho de toda la escuadra, señal inequívoca de que se estaban amotinando, a pesar de los esfuerzos de los respectivos oficiales de los buques, que trataron en vano de que volvieran a sus tareas.
-Cuando parecía que se había solucionado el motín y la escuadra se dispuso a salir. Pero tres navíos no partieron con la escuadra, eran el HMS London de 98 cañones, el HMS Minotaur, y el HMS Marlborough. Los dos últimos, de 74 cañones, porque sus tripulaciones no estaban de acuerdo con acabar el motín y seguían sin obedecer a los oficiales.
-El motín del Nore. Debido a estos motines, se fueron produciendo otros el mismo año. El estuario del Thames (Támesis), la zona llamada del Nore era una amplia zona donde tenía su base la flota que operaba en el mar del norte. Quien inició el motín de esta parte de la flota británica fue Richard Parker. A bordo de cada buque se estableció un comité de 12 hombres que se ocupaban de los asuntos concernientes a la gerencia interna de la nave, así como sobre los delegados asignados. Los amotinados, para empeorar las cosas, situaron a los navíos atravesando el río y obstaculizando el tráfico mercantil, con las pérdidas que eso ocasionaba.

-El motín en la escuadra de bloqueo de Cádiz. El siguiente motín se produjo en la escuadra de bloqueo del almirante Jervis, en Cádiz. La misma escuadra que cinco meses antes había vencido a la española en San Vicente. Entre los navíos amotinados estaba el HMS St. George, navío de 98 cañones, donde se había producido el primer brote de sedición.
-El motín de la fragata Hermione. Si en los anteriores grandes motines la principal razón de la revuelta fue pedir mejoras en los sueldos y la alimentación, así como permisos para ver más a menudo a sus familias, el siguiente motín tiene más relación con el de la del famoso Bounty, ya que los dos casos fueron debidos a las conductas excesivamente opresoras, e incluso tiránicas de sus capitanes. En el caso que nos ocupa ahora, el del motín de la Hermione fue mucho más grave, ya que hubo además de sedición, asesinatos.
-Otros motines aislados en la misma época. El año de 1797 todavía vería algún que otro motín más, pero no de la gravedad de los precedentes. Ejemplo de ello el motín del buque prisión Lady Shore y el producido en el Cabo de Buena Esperanza, donde se hallaba una escuadra británica.
-El motín de la HMS Danae. El 15 de marzo de 1800 la fragata ligera HMS Danae de 20 cañones, al mando el capitán Proby, navegaba en misión de observación de la escuadra francesa de Brest. A las nueve y media de la noche, mientras los oficiales estaban en sus cabinas, uno de los marineros de guardia en el trinquete atacó al contramaestre y junto con una veintena de hombres más tomaron el mando del buque.
-Motín en el HMS Albanaise. Ese mismo año, el 23 de noviembre, se amotinó también la tripulación de la balandra HMS Albanaise, buque de origen francés capturada cinco meses antes por los británicos. Tras el motín, la balandra fue entregada a los españoles en Málaga a cambio de su libertad. La balandra sería vendida a sus antiguos propietarios, que la incorporaron de nuevo a su marina.
La armada inglesa hubo de sufrir muchos otros motines de menor calado. Los motines británicos solían acabar con el ahorcamiento de los responsables. El amotinamiento que apaciguó Churruca, acabó con una condena de 8 años de prisión.
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No me parece correcto hablar del período que va desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX de decadencia. España tenía una armada potente de las primeras del mundo.
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El lema no oficial de la Royal Navy era, y supongo que sigue siendo: «ron, sodomía y látigo.»
En la Armada española también había motines. Pero a diferencia de la inglesa, los marineros españoles se comportaban impecablemente mientras duraba su motín, para que ningún oficial les acusara de cobardía.
Por cierto. Napoleón Bonaparte, «enano» para la propaganda británica de la época, media 1.68 m. Su coetáneo y héroe nacional el almirante Nelson, 1.62 m.
La Historia se escribe así.
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El gran problema de los británicos era, que no permitían a las tripulaciones desembarcar cuando llegaban a tierra, por miedo a las deserciones, y por los motivos ya dichos en el articulo
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