Ocurrió en 2017. La australiana Justine Ruszczyk oyó un ruido en el patio de su casa en Minneapolis (Minnesota) y decidió llamar al número de emergencias. Salió cuando llegó la policía y terminó muerta. Uno de los agentes le disparó en circunstancias sin aclarar.
Según informó un escueto comunicado del Departamento de Seguridad Pública de Minnesota, los agentes respondían a “una llamada de posible asalto” cuando “en un punto, un agente disparó su arma, impactando fatalmente a una mujer”.
Tres fuentes con conocimiento del incidente dijeron al diario Minneapolis Star-Tribune que, al llegar la patrulla, Ruszczyk, vestida de pijama, se acercó a la puerta del conductor y hablaba con uno de los agentes cuando el otro, desde el asiento del copiloto, sacó la pistola y le disparó. Por desgracias no quedó constancia del hecho salvo por los testigos.
La mujer se iba a casar el mes siguiente. No hubo ninguna manifestación.
Categorías:Corrección política
40 años de cárcel para ese gorila asesino.
Me gustaMe gusta
TAMBIEN HAY CASOS
Me gustaMe gusta