ALFONSO SALA Y SUS BATALLAS CONTRA EL CATALANISMO


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Alfonso Sala y Argemí

Alfonso Sala y Argemí (1863-1945) fue un político catalán de principios de siglo XX que destacó por su resistencia contra el naciente nacionalismo catalán. Obtuvo un escaño para el Congreso de los Diputados en Madrid y fue reelegido en 12 ocasiones, siempre por el distrito de Terrassa que incluía numerosas poblaciones. (Entonces no se elegía a los diputados solo por provincias, como ahora).

Fue un industrial de mucho prestigio y gran benefactor de la villa de Terrassa para la que fundó y sufragó una Escuela Industrial de formación laboral de gran prestigio. Fue un firme defensor del proteccionismo económico pero se le recuerda sobretodo por su defensa de un regionalismo catalán firmemente comprometido con España.

Desde el principio se dio cuenta del peligro que suponía para Cataluña y España el naciente nacionalismo catalán con su carga de odio y su potencial para convertirse en juguete de las ideologías revolucionarias. Se opuso a la candidatura de la “Solidaridad Catalana” que agrupó a la Lliga Regionalista de Prat de la Riba y Cambó junto a fuerzas de izquierdas y que venció en Cataluña en las elecciones de 1907.

Pero el gran momento de Sala llegó en 1918-1919 cuando se opuso con firmeza al proyecto de Estatuto de Cataluña que la Lliga intentó imponer al gobierno del liberal Conde de Romanones. En 1918 Sala había fundado la Unión Monárquica Nacional, un partido unionista que obtuvo un importante apoyo de los sectores de la alta burguesía catalana opuestos a la Lliga de Cambó, el gran rival de Sala. En las elecciones de 1919 la UMN obtuvo un importante éxito empatando con la Lliga en número de escaños en Cataluña, aunque en las elecciones de los años siguientes, 1921 y 1923, perdió mucho apoyo.No obstante, durante este periodo, la UMN llegó a obtener una influencia preponderante, desplazando a la Lliga en sus feudos de la gran patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional y en el Círculo Ecuestre de Barcelona, como reconoce el prestigioso historiador Shlomo Ben Ami.

En las Cortes, Sala pronunció elocuentes discursos contra el Estatuto, ganándose el odio de Cambó y de todos los nacionalistas catalanes. Sala consiguió que su voto particular contra el proyecto de Estatuto fuese el documento inspirador de la comisión que creó el Gobierno sobre el tema, con lo cual el proyecto de la Lliga, completamente inconstitucional, quedó rechazado. Presionado por el sector más radical del catalanismo, Cambó retiró a la Lliga de esa Comisión por no aceptar que el proyecto de Estatuto fuera renegociado y se recortase

Debido a ello Cambó y la Lliga (que estaban atravesando una fase intensamente nacionalista antes de volver a moderarse hacia 1921) y los medios catalanistas como el diario “La Veu de Catalunya” lanzaron una auténtica campaña de odio contra Sala. Cambó llegó a llamarle “bufón que ha hecho reír a todos los enemigos de Cataluña en las Cortes” Incluso algunos, en sectores separatistas, pidieron un atentado contra él. No obstante, más tarde, en 1922, Cambó reconocería públicamente que había cometido un grave error no aceptando que el Estatuto fuese renegociado para ajustarlo a la Consitución, como pedía Sala.

Todos los nacionalistas e izquierdistas se conjuraron para que Sala no ganara de nuevo su escaño por Terrasa en las elecciones de 1920. La Lliga apoyaba al republicano nacionalista Palet y Barba, del que Cambó dijo que representaba el “espíritu de Cataluña” en esta elección parcial. Pero finalmente, después de una durísima campaña Sala derrotó a Palet por la ajustadísima diferencia de 24 votos. (Obtuvo 3835 votos frente a los 3811 de Palet y Barba). El enfado nacionalista fue enorme pero tuvieron que aceptarlo. En cambio, en el resto de España se recibió la noticia con alegría y Alfonso XIII y el presidente del Gobierno, el conservador Eduardo Dato, le felicitaron calurosamente.

En 1924 Alfonso Sala fue nombrado presidente de la Mancomunidad de Cataluña, el órgano común de las diputaciones provinciales catalana, por el Gobierno del General Primo de Rivera pero dimitió al cabo de una año por discrepancias con la línea política cada vez más centralista del General. De hecho, la Mancomunidad fue suprimida poco después. No obstante, a pesar de esta discrepancia, Primo de Rivera manifestó en todo momento su respeto y afecto por Alfonso Sala.

Sala fue nombrado conde de Egara (es decir, Terrassa) por Alfonso XIII. Años más tarde, durante la Guerra Civil pudo huir a Burgos y salvar la vida. Murió en 1945 entre el respeto de sus convecinos de Terrassa y el de las instituciones de la época.

RAFAEL MARÍA MOLINA. HISTORIADOR

Fuente: Alfonso Sala, Conde de Egara. Aurelio Joaniquet.  Barcelona. 1951.

Otra historia de Cataluña. Marcelo Capdeferro.Editorial Acervo. 2009

El cirujano de hierro. La Dictadura de Primo de Rivera. Shlomo Ben Ami. RBA. 2012

 

 

 

 

 



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2 respuestas

  1. Hubo mucha gente y muy importante que estuvo en contra del nacionalismo.

    Lo que pasa es que no tuvieron el respaldo de la masonería ni lograron agruparse como sí lo hicieron sus enemigos.

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  2. Mucha culpa de lo que pasa hoy la tiene Cambó.

    Su posterior apoyo a Franco y su financiación del llamado «Alzamiento Nacional» no le redimen un ápice .

    Tampoco el que detrás de los movimientos republicanos independentistas de la época, en España y en Europa, estaba la masonería, que en esa época estaba promoviendo golpes de Estado y revoluciones para hacerse con el poder en todas partes.

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