Tim Harford es Financial Times, ha venido a España a presentar Cincuenta innovaciones que han cambiado el mundo (Conecta, 2018). Extractamos un reportaje aparecido en El Independiente:
A la pregunta de cómo es que en su lista no aparece el nacionalismo como una de las fuerzas que más están influyendo en el mundo de hoy, se echa a reír: “El nacionalismo no es una innovación, es algo muy viejo, pero no deja de sorprenderme que vuelva con fuerza en la Europa actual. Reino Unido parece que el país se haya vuelto loco desde el referéndum del Brexit”.
“El referéndum del Brexit fue un error y nadie quiere reconocerlo”
Cuando el referéndum votó a favor del Brexit, asegura Harford que lo vivió como un error, pero subestimó el problema: “No fui consciente de hasta qué punto dañaría la política del país. En una democracia parlamentaria votas por unos políticos y si no te gustan lo que hacen luego los echas. Sin embargo, el referéndum directo planteó el problema de obligar a unos políticos a buscar una solución para abandonar la Unión Europea. El referéndum fue un error y nadie quiere reconocerlo”.
Al preguntarle cómo se ve la situación en España desde el referéndum del 1-O desde el periódico más influyente de la City, no queda claro cuánto de sarcasmo hay en su afirmación: “Nadie está pendiente de lo que pasa en Cataluña. La verdad es que el resto del mundo no está prestando atención a lo que pasa en Cataluña. Es una constante con el nacionalismo. Pasa lo mismo con el Brexit. Los británicos sienten que toda Europa está pendiente de sus negociaciones pero lo cierto es que los demás países tienen asuntos más importantes en los que pensar”.
El resto del mundo no está prestando atención a lo que pasa en Cataluña”
Aporta Harford un dato curioso para explicar la ilusión del nacionalismo catalán de que toda Europa está pendiente del procés: “También en Irán la población cree que el presidente de Estados Unidos pasa el 70% de su tiempo pensando en su país. Se llama el efecto spotlight: sentirse el centro de atención cuando nadie está mirando”.
La imagen de España, considera Harford que se vio más afectada por la crisis económica que por la crisis catalana. “Sobre todo en términos de la influencia internacional que perdió y ahora está recuperando”, matiza.
A ver si se entera el demente Cucurull de que NADIE toma en consideración sus vómitos supremacistas.
Mola Molt