
La ex diputada de la CUP, Mireia Boya, explicó en twitter que tiene cerrada su casa rural «por amenazas fascistas». Boya dice que lo decidió después de que una familia que se alojaba en el hotel fuera increpada. La dirigente cupaire, en este sentido, acusa incluso a los comunistas de Iniciativa per Catalunya els Verds, de situarse «al lado del fascismo» y de avalar las amenazas. Esto ya es surrealismo del que nos gusta.
«Sé perfectamente que el fascismo tiene muchas caras. Una es el boicot a los que se significan. Lo que me parece más lamentable es que gente que dice ser de izquierdas lo avale. Los típicos controles del entorno ICV que todos conocemos en Twitter», critica desde este medio.
También reconoce que: «En diciembre, se pusieron lazos amarillos en Arán, como en todas partes. Duraron una noche y quien los sacó me los dejó enla puerta de mi casa». Hay otras teorías que ya se denunciaron en su momento y es que la casa rural está hecha un asco y apesta a cloaca, literalmente.
Categorías:INCREÍBLE PERO CIERTO
Mi casa rural no funciona, la culpa es del «fascismo», claro
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Los de ICV son «fascistas». Esta gente ha perdido el norte totalmente
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Si vive ella dentro lo normal es que huela a p…. mierda
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