Fuente: Germinans Geminabit

• Si ponen el video que encabeza este artículo, escucharán la plegaria que se rezó la semana pasada en el oficio de Vísperas del monasterio de Montserrat. Aquí la dejo traducida al castellano:

  “- Al llegar a esta hora vespertina, rogamos por el restablecimiento del gobierno catalán y por la libertad de los consejeros elegidos democráticamente.Roguemos al Señor: Señor ten piedad, Cristo ten piedad.

  – Para que ningún gobierno maltrate la dignidad de las personas y respete siempre sus derechos.Roguemos al Señor: Señor ten piedad, Cristo ten piedad.”

  Plegaria inaudita y excluyente. Inaudita por la instrumentalización del lugar donde se reza y excluyente porque reclama la restauración de un gobierno destituido, al que en las últimas elecciones solo apoyó el 47 % de la población. Inaudita porque no se limita a rezar por la libertad de los presos, sino que tiene que acaramelarlo con ese ruego por el restablecimiento del gobierno y el respeto a los derechos de los consejeros y envenenarlo con esa alusión a un gobierno maltratador de su dignidad. Excluyente porque solo se reza fervorosamente por la libertad de unos determinados presos, sin que se incluya en la oración a presos de otras causas u otros lugares. Inaudita porque ni tan siquiera efectúa la típica llamada al amor y a la concordia ni menciona a ese 53% de catalanes que discreparían del contenido de la oración. Y excluyente, en suma, porque esta plegaria no viene a ser más que otro instrumento de división entre los ciudadanos de esta tierra, similar a aquellos otros que nos han conducido a la triste situación actual.

  Creo que la deriva que se ha instalado en el cenobio montserratino desde hace años ha alcanzado el paroxismo con estas preces políticas. El contenido de estas plegarias coincide al 100 % con los postulados de determinadas opciones y se opone también al 100% con los postulados de las restantes opciones. Instrumentalizar el Santuario de la patrona de Cataluña, ponerlo al servicio de determinada orientación política, en evidente menosprecio de las restantes fuerzas y de la mayoría del pueblo catalán, significa que ese monasterio permite su utilización partidista y excluye a la mitad de Cataluña de su carácter simbólico. La Virgen de Montserrat es un símbolo para un buen número de catalanes, de todas las tendencias políticas, por lo cual permitir que en su Casa se ore únicamente por una parte de ellas y se ofenda a las demás, representa apropiarse de ese símbolo sagrado, excluyendo de él a esos catalanes que se sienten ofendidos por esa plegaria. Debe ser la nueva versión de la hospitalidad y acogida de la Regla de San Benito: sólo oramos por los nuestros.

  Esa misma instrumentalización, tan abyectamente desarrollada en las preces de las Vísperas, se puede observar igual, de una forma quizá más sutil, en los últimos números de la publicación “Documents d’Església” de la Abadía montserratina. En el penúltimo, bajo el título “Despres de la intervenció sobre l’autogovern de Catalunya”, se efectúa una recopilación de homilías y documentos eclesiales. Obviamente ese compendio es unidireccional: Homilía del obispo Pardo, homilía de Montserrat, manifiesto de sacerdotes y diáconos de Vic, palabras del obispo Novell, Pórtico de la revista “El Bon Pastor”. Idéntica manipulación consistente en dar amparo a una porción no mayoritaria de Cataluña, presentándose como si de una tendencia absolutamente mayoritaria se tratase, dado que los documentos recogidos solo abundan en una opinión.

  ¡Cuánto daño están haciendo los monjes de Montserrat con su abad Soler a la cabeza! Ya no es solo determinada entrevista, determinado sesgo en una homilía, determinada publicación. No; ahora es la manipulación de las mismas plegarias que se dirigen a Dios. Involucrar al Altísimo en determinada contienda política. Dirigirse a Él en un tema que está produciendo una creciente división entre los catalanes. Fomentar, en suma, esa división, sin ruborizarse lo más mínimo, cuando no solo se reza individualmente, sino que se pide a la comunidad de fieles (“Rogad al Señor”) que dirijan sus oraciones en esa dirección. 

  Oriolt

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