Junqueras o engaña a los españoles o engaña a los extranjeros. O simplemente tiene sangre de horchata, y no le afecta ni contradecirse. Nos explicamos.
Antes de ayer se celebró la «Cumbre para el referéndum». Cien tipejos nacionalistas se reunieron para merendar y tertulear. Tras varias horas decidieron que si hay referéndum, tiene que se pactado con el Estado. El día de la marmota navideña.
En paralelo al postureo independentista, la Conselleria de Junqueras, publicó un documento destinado a los inversores internacionales. En él no se hace referencia alguna ni a la consulta, ni a la independencia ni a la ruptura con España. Incluso encontramos perlas como que Cataluña seguirá dependiendo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) hasta el 2026.
La Generalitat tiene dos discursos: uno para los catalanes, a los que se dice que la independencia está a la vuelta de la esquina; y otro para los inversores tenedores de deuda, a los que se garantiza estabilidad y crecimiento económico. No parece muy razonable decir una cosa en el Parlament, en TV3 y en los encuentros con la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) y otra muy diferente cuando se explica a bancos y fondos de inversión quién va a pagar la fiesta.
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somatemps.me 
Debe creer que los inversores son tan tontos como los políticos españoles.
El que invierte profesionalmente, invierte para ganar dinero; y si piensa que lo va a perder, no invierte.
En una independencia, un país puede ganar (ej el gobierno mexicano se quedaría con la playa que antes iría al fondo común de la Corona española),
o puede perder (ej el gobierno independiente catalán pierde el mercado español y europeo de las empresas catalanas; y como no venden, tienen que cerrar; los obreros pierden el trabajo y dejan de gastar; se dejan de recaudar impuestos y se tiene que despedir a los funcionarios. Como no hay ingresos, los «gastos sociales» desaparecen…)
Por cierto, todos los bancos y casas de inversiones tienen unos empleados especiales llamados «analistas». La misión de estos analistas es, entre otras cosas, valorar los riesgos políticos, tales como la independencia, que pueda tener una inversión.
Por tanto, por mucho que Junqueras crea engañar a los inversores, el que realmente se está engañando es él.
A Junqueras hay que exigirle resultados de su gestión.
No se puede ir de rositas después de arruinar el país.
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Con lo feo y gordo que está, dicen que dijo que se parecía a Alaín Delón.
No debe de conocer la existencia de los Espejos.
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