31 de octubre de 1938
Rafael María Molina

La colina conocida en los mapas militares como cota 666, en la sierra de Pándols, era la clave del dispositivo defensivo republicano en el sector del Ebro y su posesión tenía un gran valor táctico. A finales de octubre de 1938 la batalla del Ebro, iniciada a finales de julio, duraba ya tres meses y el ejército nacional necesitaba reconquistar cuanto antes las posiciones perdidas en julio y derrotar definitivamente al ejército republicano del Ebro para poder avanzar hacia Barcelona y asestar el golpe prácticamente definitivo a la República, dejando la guerra casi ganada.
El Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, que tuvo una importante participación al principio de la batalla del Ebro, también la tendría al final. Se había comprobado que para poder atacar la vital cota 666 era preciso apoderarse primero del llamado Puig de Sant Marc, o cerro de San Marcos, también llamado Vértice San Marcos, una prolongación de la sierra de Cavalls que da paso a la de Pándols, desde donde los republicanos frenaban el avance nacional. Varios intentos de ataque a la 666 habían fracasado por el fuego del ejército republicano desde San Marcos.
Finalmente poco después del mediodía del 31 de octubre de 1938 dos compañías del Tercio de Montserrat, armados sus requetés con bombas de mano y fusiles ametralladores, envolvieron por sorpresa por la izquierda y por la derecha las posiciones enemigas en el cerro. Otra compañía atacó por el centro y la sección de ametralladoras del Montserrat cubrió con su fuego la operación. El teniente coronel D. Jaime Miláns del Bosch, (padre del general Miláns del Bosch condenado por su participación en el 23 F) al mando superior del Tercio, planificó la operación con pericia y sagacidad. Se distinguieron especialmente los alféreces Llanza Bruguera, Altaba, Martínez Pardo, y el teniente Molinet.
Con este hábil envolvimiento llevado a cabo a través de una estrecha y agreste zona montañosa, fueron sorprendidos los soldados rojos, que creían segura esa zona, aprovechando que éstos, de la 43 división republicana, tenían la atención fija en otro ataque que estaba llevando a cabo la 74 división nacional sobre la cota 666 y que ellos estaban ayudando a frustrar con sus fuegos desde el Vértice.
Murieron 2 requetés; Jaime Reig Puig, de Torregrossa, y el mallorquín Lorenzo Riera Sant Andreu. (en el Tercio de Montserrat hubo un cierto número de mallorquines) Se hicieron algunos muertos al enemigo, se capturaron 60 prisioneros y fueron incautadas gran cantidad de municiones. Gracias a ello, unas horas más tarde, en la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre, Festividad de Todos los Santos, la 84 división Nacional tomó la estratégica cota 666, en una encarnizada lucha, y la batalla del Ebro quedó decantada. Los restos del destrozado ejército republicano huirían hacia Barcelona dos semanas más tarde. La guerra civil, ahora sí, tocaba a su fin.
El general Franco envió una felicitación al Tercio de Montserrat. Se dice que el general Vigón, uno de los ayudantes más próximos a Franco, y que había sugerido al mando del Montserrat que llevara a cabo la acción, comentó eufórico: “Ya sabía yo que con los cojones de mis requetés esto se tomaba”.
Fuentes: El laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat Barcelona (1992) de Mosén Salvador Nonell i Bru.
La batalla del Ebro de Luis María Mezquida y Gené (1970)
Categorías:CATALANS HISPANS, HÉROES MILITARES CATALANES, HISTORIA

Enhorabuena por el artículo.
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