Rafael María Molina

La televisión pública española TVE, ha estrenado una serie de ambientación policial llamada «Asuntos internos», que según la televisión pública «pone en valor el papel de la mujer en el ámbito de las Fuerzas de Seguridad del Estado, al calor de las grandes transformaciones propiciadas por la conquista de la democracia en nuestro país».

La serie se iba a llamar originalmente «Demokracia», así, con k, lo que no deja de ser toda una declaración de intenciones. Al final lleva el nombre de la supuesta unidad policial de investigación interna: «Asuntos internos».

Esta serie de TVE quiere ambientarse en 1979 con la primera promoción de agentes femeninas que hubo en la Policía española.

Al hilo de ello nos meten un panfleto feminista y progre donde unas heroicas agentes ficticias y «activistas de barrio» (naturalmente mujeres) luchan contra una trama de tráfico de heroína.

TVE ha perdido una magnífica oportunidad de honrar a las auténticas heroínas policiales de la época, las agentes que luchaban contra la banda terrorista ETA en Vascongadas, entregando algunas de ellas la vida por España. Agentes como María José García Sánchez, del Cuerpo Superior de Policía (cuerpo policial que posteriormente fue refundido con la Policía Nacional), quien era realmente de esa primera promoción de agentes femeninas de 1979 Tenía diversas condecoraciones en su haber. Murió asesinada por ETA en Zarauz, Guipúzcoa, en junio de 1981, durante un tiroteo en el marco de una operación policial contra la banda terrorista. Su padre había sido guardia civil. Había nacido y crecido en Madrid aunque fue enterrada (multitudinariamente) en Ciruelos, Toledo, el pueblo de su familia. Cuentan las crónicas que en su entierro hubo abundantes gritos contra los políticos y la democracia, como solía ocurrir entonces en los funerales de las víctimas, en plena época de avalancha terrorista. Todo ello convierte a María José García Sánchez y a otras autenticas agentes policiales femeninas de la época en «indeseables» para el Gobierno actual.

Naturalmente hacer una serie sobre ello -que probablemente sí interesaría al público – es impensable bajo el gobierno sanchista, aliado de los herederos de ETA. Para este Gobierno y quienes lo apoyan, el terrorismo de ETA es un hecho a olvidar y a ocultar. Las víctimas de ETA son ahora exactamente igual de incómodas para la memoria oficial como las víctimas de Paracuellos y los sacerdotes exterminados en 1936; «Caídos por Dios y por España».

Mientras tanto TVE seguirá emitiendo series panfletarias y mal ambientadas, donde para una serie que transcurre en 1980 irán vestidos con ropa de los 90 o posterior, que tienen por ahí, creyendo que la gente no se da cuenta.

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