ETA


Samuel Vázquez en Posmodernia

Es mentira eso de que ETA ya no existe, una mentira que les interesa proclamar a los cuatro vientos a aquellos traidores a los que, hace ya muchos años, la madre de Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por la banda terrorista, dejó retratados con una frase demoledora dirigida al hoy portavoz del gobierno, Patxi López: “Patxi, haréis y diréis cosas que nos helarán la sangre”. Y lo hicieron. Y lo siguen haciendo. Malnacidos.

Mientras exista el miedo, y aún existe, existirá ETA. Los atentados eran herramientas, sí, pero no eran la estrategia principal. No puedes matar a todo el mundo, pero sí puedes matar a todo el mundo de miedo. Las bombas, los tiros por la espalda, las extorsiones y las amenazas eran las herramientas para someter a todo un pueblo a través del miedo. Y lo lograron.

La gente tiende a adaptarse como método de supervivencia, a no salirse del redil para no significarse, “si esto es lo que hay… pues qué le vamos a hacer…” y así, poco a poco, se impuso el diablo, ante la pasividad, cuando no la connivencia, de gran parte del espectro político. Algunos, aún a costa de traicionar a sus propios muertos por pura estrategia electoral, vendiéndolo, además, como un acto de incalculable valor ético, desde esa habitual atalaya de superioridad moral en la que viven encaramados. Pero la mamá del socialista Pagaza los tenía calados: “Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos!».

Es evidente que en tierras vascas aún existe un gigantesco aparato de coacción social que obliga a mucha gente a seguir viviendo con los ojos cerrados y la nariz tapada. Un aparato que va desde la misma ikastola hasta ese bar del pueblo donde podrías entrar desnudo sin que nadie echara cuentas, pero no con una camiseta de Abascal, porque entonces tendrías desde el mismo instante en el que superaras el quicio de la puerta, todos los ojos clavados en tu espalda. Son décadas de sumisión que han generado una inercia silenciosa a la que nadie se quiere enfrentar porque no se atreven, porque ha habido miedo, y aún hay, mucho miedo.

En el centro del Bilbao el ambiente puede haberse sanado un poco, pero todavía hay muchos pueblos con sistemas informales de control que implican a casi todos los acores de la sociedad. Algo muy parecido a la mafia y sus barrios. La mafia también utilizó el miedo como estrategia política de primer orden, y así, llegó a controlar alcaldes, jefes de policía y sindicatos de los muelles por donde entraba la mercancía. Llegó a controlarlo todo.

El olvido es la nueva estrategia política a través de la cual los malos pretenden ser los buenos, los cobardes pasan por valientes y los que siempre agacharon la cabeza se niegan a aceptar su culpa. ¡Qué solas las víctimas!

Empero, existe un grupo de valientes enfrentados a ese olvido que se empeña en que la gente sepa de verdad lo que pasó, y no la historia pervertida y manipulada que emiten las ondas de todos los satélites mediáticos e institucionales. También están muy solos, pero son muy valientes. Iñaki Arteta, director de cine, ha grabado algunos de los mejores documentales sobre un periodo histórico silenciado y manipulada hasta la saciedad. En su último libro: “Bajo el silencio”, derivado de uno de esos documentales, un joven se atreve a sentarse con los perpetradores, como él los llama, para intentar entender lo inexplicable. El subtítulo reza: “sociedad vasca, espejismo de paz”. Juan José Mateos, ex miembro del GAR de la Guardia Civil y superviviente de atentado, acaba de escribir “Inocentes. Las otras víctimas de ETA”, y utiliza lo recaudado para ayudar a tanta gente abandonada a su suerte. Hay mucha gente valiente y digna que recibe por la calle abrazos de solidaridad; eso sí, a escondidas, que no nos vean que estamos en el pueblo y aquí nos conocemos todos. Miedo.

ETA mató a niños atacando con bombas patios de cuarteles donde jugaban, a la hora en que los terroristas sabían que estaban jugando. ETA pegó tiros en la nuca a jóvenes cuyo único delito era pensar diferente. ETA mató a comerciantes y quiso luego justificar su miseria llamándoles chivatos. ETA secuestró, amenazó, extorsionó y amedrentó a todo un pueblo durante décadas. ETA mató a militares, policías y funcionarios de prisiones por cientos, porque sabían que eran estos, y sólo estos, quienes acabarían con ellos. Y así fue, hasta que una pléyade de políticos amorales decidió apuntarse el tanto y revivirlos en las instituciones, escenificando un pacto maquiavélico, cuya premisa era que, si un asesino deja de matar, debemos darle las gracias e incorporarlo a nuestras dinámicas sociales como si tal cosa, porque ya no nos va a matar más, y eso es un triunfo político… y de la democracia.

Y los que crean que el asesino que tiró una bomba en ese patio del cuartel de la Guardia Civil, y se llevó la vida de varios niños inocentes que jugaban a la pelota por delante, debe ser prendido, encerrado y arrojada la llave al mar; esos, son un peligro para la paz, me atrevería a decir que son fascistas que no quiere mirar hacia el futuro. Su relato, su siempre perverso relato, su puto relato.

Hace unos días, conocí en Bilbao en un acto a favor de las víctimas del terrorismo al hermano de Fabio. Dos añitos tenía Fabio cuando la banda terrorista ETA le arrebató la vida. No os recomiendo buscar la foto de su cara angelical en Google, al menos no, si queréis dormir por las noches. A mí lleva varios días apareciéndoseme; y supongo que tiene lógica, lo que me quiere decir Fabio, sin palabras, es que luche para que nada de aquello se olvide, que luche contra los que todavía hoy, llaman a aquello “conflicto”, que luche para se sepa la verdad frente a la perversión del discurso nacionalista e independentista y, cada vez más, lamentablemente, socialista.

Y eso voy a hacer: luchar. Pero no sólo voy a hacer eso, también te voy a pedir a ti que luches, que no permitas que el olvido logre que los criminales ganen, que levantes la voz, aunque tenga coste; más coste tuvo para Fabio sin ser culpable de nada. Que levantes la voz porque el silencio mata, sobre todo mata por dentro, porque las víctimas están muy solas y los asesinos muy acompañados, e incluso homenajeados cuando salen de las cárceles.

Es una tarea de todos recuperar la dignidad, honrar a las víctimas y defender, como si fuésemos templarios, los caminos por los que algún día nuestros hijos puedan caminar en libertad, sin miedo.



Categorías:HISPANIDAD, MEMORIA HISTÓRICA, OPINIÓN, POLÍTICA, REVISTA DE PRENSA, TRIBUNA

7 respuestas

  1. A ver si hay algún «somatempsero» que también se sienta «dolçacatalunyero». Para que Sergio Fidalgo tenga más presencia en YouTube. Muchas gracias de antemano.

    https://www.gofundme.com/f/un-canal-en-defensa-de-la-cataluna-leal-a-la-idea-de-espana

    No nos engañan. Cataluña es España.

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  2. ¡A Íker Jiménez le han cerrado el canal de «YouTube»!

    ¡Al coronel Pedro Baños le han jaqueado su cuenta de «X» (antes «Twitter»)!

    Realmente, la libertad de expresión está en peligro de extinción.

    ¡Salgamos a las calles a protestar!

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  3. Uno de los grandes embustes del independentismo catalán y de la defensa a ultranza de «Lallengua» es el que constantemente afirmaba la peruana Rosario Palomino Otiniano (1971-2024): «Las lenguas quechuas prácticamente se han extinguido». ¡Es mentira! Siempre con el «cuento chino» de las lenguas minoritarias y de lo «malvado» (sic) que es el idioma español.

    Vamos a ver. A mí nadie me engaña. Como experto, melómano y coleccionista de música hispanoamericana, puedo AFIRMAR rotundamente que en Hispanoamérica no han desaparecido las lenguas minoritarias.

    En esta ocasión, no voy a poner vídeos musicales de YouTube, ya que hay infinidad de ejemplos. Ahora mismo, año 2024, hay infinidad de canciones interpretadas en garífuna, en quechua, en guaraní, etc.

    El idioma garífuna se habla en Belice (sobre todo), pero también en Honduras, Guatemala y Nicaragua.

    En Barcelona (España), durante las décadas de 1980, 1990 y 2000, se editaron muchísimas producciones de música andina (músicos del Ecuador, del Perú y de Bolivia). Músicos que residían aquí, en Barcelona (España). Temas instrumentales y temas interpretados tanto en español como en QUECHUA. ¡Basta ya de la «leyenda negra española»! ¡Ya está bien!

    En el Paraguay, hay canciones interpretadas tanto en español como en GUARANÍ. ¡Así que no me «vendan la moto» de que las lenguas minoritarias de Hispanoamérica se extinguieron en la época de los dinosaurios! ¡Las lenguas minoritarias de Hispanoamérica están más vivas que nunca! ¡Y me parece perfecto que así sea!

    La Rosario esta se pensaba que los españoles somos incultos y que no entendemos de estas cosas. ¡Señora, que todo lo que yo sé lo he aprendido en Internet! ¡Todo el conocimiento humano está en Internet!

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  4. Se nota que la Generalitat de Catalunya está verdaderamente preocupada. Aunque ahora esté, al mando, Salvador Illa.

    Y es que hay nuevas pancartas de la Generalitat de Catalunya en el metro de Barcelona: «Encara no t’has registrat a Cultura Jove? Preus exclusius, circ, «festis» (sic), teatre, …i més! Si tens entre 18 i 30 anys, registra’t a Cultura Jove . cat. Generalitat de Catalunya, el Govern de tothom.»

    ¿Perdona? ¿El Govern de TOTHOM? ¿Qué broma es esta? En todo caso, el Govern de los «indepes». ¡Pero no de todos los catalanes!

    Están desesperados porque no hay suficientes jóvenes adoctrinados. No se dan cuenta de que los chavales escuchan reguetón en ESPAÑOL. «Ya tú sabe’, mami chula».

    El día que Cataluña pierda absolutamente todas las empresas, lo celebraré a lo grande con un buen vino de La Rioja (a pesar de que soy abstemio).

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  5. Nuevas pancartas de la Generalitat de Catalunya en el metro de Barcelona: «El silenci és violència». Por supuesto. Por eso, «quien calla, otorga».

    No solamente se convierte en cómplice toda aquella persona que es testigo de un acto violento contra una mujer y no llama al 112. También cualquier persona que va caminando por la calle, en bicicleta o en patinete eléctrico, y es testigo de un robo con fuerza. Por ejemplo, testigo de un jovenlandés que está forzando la cerradura de una persiana metálica de un local comercial. Los robos con fuerza se producen porque NADIE, absolutamente nadie, llama al 112. El ruido de una persiana metálica, a las 3:00 h de la madrugada, despierta -sí o sí- a todos los vecinos del edificio. Para mí, si los vecinos no llaman al 112, cometen el delito de omisión de socorro (aunque no haya ningún empleado en el local comercial). Dichos vecinos merecen ir a prisión, ya que permiten la comisión de un delito flagrante.

    El buenismo mata, señores. Y muchísimo. Cada día más. Muchos inmigrantes no vienen a España para trabajar, sino para cometer delitos. Porque, actualmente, es más apetecible cometer delitos. Ir a prisión es una bendición. Obtienes comida y cama gratis. Todo está tan caro que, hoy en día, lo que es gratis se valora más que la privación de libertad.

    Cada día que pasa, soy un día más joven. Porque, a diferencia de los demás, yo soy así de espabilado. Hay que espabilar. Esta falsa «democracia» (sic) se está burlando de todos nosotros. Todavía no entiendo por qué la gente no vota masivamente a Vox.

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  6. Pero de todo esto no son solo los politicos sociatas y los peperos como Aznar cuando dijo » se pudriran en la carcel «,si no sus millones de votantes , asi que con tanto cretino en contra dificil sera que se haga justicia , salvo que algun dia a esos cretinos les entre la sensated y voten en masa a VOX .

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  7. Tiene toda la razón, bien lo sabemos los que hemos sufrido a esos asesinos mierdas, y seguro que los siguen sufriendo los vecinos de los pueblos, donde seguro que siguen vigilando a todos los vecinos, y estos sufriéndolos y padeciendo la presión y amenaza de esos mierdas sobre sus familias.

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