
En 2024 se cumplen 100 años de la retirada de Xauen, una de las mayores batallas de la guerra de Marruecos. En 1924 el Ejército español se vio enfrentado de nuevo a un desafío militar de primer orden en Marruecos. El levantamiento general de las kábilas o tribus rifeñas del Sector occidental del Protectorado español dejó en situación precaria a casi 30.000 soldados españoles, asediados en casi 200 puestos avanzados aislados. El hecho era más grave aún porque parecía una repetición de lo ocurrido 3 años antes en el desastre de Annual en el que murieron 9000 soldados españoles. Si se producía un nuevo desastre, esta vez las bajas podrían ser 3 veces mayores y una auténtica catástrofe.
Para evitarlo, el gobierno del general Primo de Rivera organizó una gran contraofensiva militar encabezada por fuerzas de la Legión. También tuvieron un papel destacado los Regulares, fuerzas marroquíes con oficiales españoles. Su misión sería liberar y evacuar a los soldados de los puestos asediados, abriéndoles paso, para retirarse a una nueva linea defensiva cerca de Tetuán y de Ceuta. Es lo que se conoce como Retirada de Xauen o Campaña de Xauen, por el nombre de esta ciudad del norte de Marruecos, al sur de Ceuta, que estaba en el epicentro de la zona evacuada. El levantamiento de las tribus del norte de Marruecos empezó en los primeros meses de 1924 pero la batalla llegó a su punto culminante durante el verano.
Tuvieron lugar varios meses de durísimos combates entre el ejército español y la guerrilla rifeña formada por combatientes bravos y fanáticos al mando de su líder, el astuto y sanguinario Abd el Krim el Jatabi. Aunque la Legión y los Regulares tuvieron el papel principal en el bando español, también participaron en la contraofensiva española diversas y numerosas unidades de nuestro ejército.
Entre ellas tuvieron un papel importante diversas unidades con base en Cataluña, como el Batallón de Cazadores de Barcelona, el de de Estella, de Alfonso XIII y el de Reus, fuerzas que entonces tenían sus bases en el castillo de Montjuic, Granollers, Seo de Urgel y Manresa, respectivamente y estaban formadas mayoritariamente por soldados de origen catalán.
La unidad catalana más destacada en esta campaña fue el Batallón de Cazadores de Barcelona. El Batallón se distinguió en la defensa de la posición de Nauder, en julio de 1924. Después combatió duramente en la liberación de la posición de Yebel Habib… También en la de Rokba el Gozal cuya difícil liberación le costó dolorosas bajas, como la del capitán Vicente García del Busto. En las operaciones de defensa y evacuación de esta importante posición asediada y de otras 26 más pequeñas en la misma zona se sufrieron 200 bajas propias pero se causaron centenares al enemigo. Los rebeldes marroquíes habían establecido un duro asedio sobre Rokba y su anillo de posiciones dependientes que sólo pudo ser penetrado a costa de durísimos combates y la ayuda de la Aviación. También luchó con valor el Batallón en el aprovisionamiento de la posición de Bab es Sor, sufriendo dolorosas bajas.
Finalmente hacia mediados de diciembre culminó la operación, habiéndose logrado evacuar y salvar a casi el 90% de los soldados asediados. Aún así, las bajas fueron muy elevadas, aunque sensiblemente menores que en el desastre de Annual. Murieron al menos 1700 españoles, incluyendo a los Regulares de origen marroquí. Las bajas rifeñas fueron de unos 1200 muertos como mínimo. La Legión y los Regulares, con jefes como los entonces comandantes Franco y Mola, acreditaron su extraordinaria capacidad en esta dura batalla.
A continuación se reforzó al ejército español en Marruecos llegando a los 120.000 hombres. Al año siguiente en 1925, Legionarios y Regulares encabezarían también el desembarco de Alhucemas que abriría el camino hacia la derrota de los rebeldes y pacificación del Protectorado en 1927. Muchos soldados de origen catalán lucharon heroicamente por España entonces, igual que había pasado durante la retirada de Xauen. El teniente Cirici Muntané, natural de Igualada, obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando, máxima condecoración militar española. Aunque hoy en día, un siglo más tarde, la Cataluña oficial les tenga olvidados, su sacrificio merece ser recordado.
Fuente: Xauen 1924. La campaña que evitó un nuevo Annual. Vicente Fernández Rivera. Madrid 2013
Historia de las campañas de Marruecos. Servicio Histórico Militar. Tomo 4. Madrid 1981.
Rafael María Molina
Categorías:CATALANS HISPANS
Sí.
Su sacrificio merece ser recordado.
Es más, deben ser un ejemplo para nosotros y las generaciones que vengan detrás.
A pesar de las gilipoyeces buenistas de la masonería y su «paz perpetua», tarde o temprano estaremos en guerra con alguien; esa es la condición humana.
Entonces nos beneficia a todos que haya héroes, como estos patriotas catalanes, que decidan morir para salvarnos al resto.
Como dice el Pueblo sabio:
«es de buen nacidos el ser agradecidos»
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