1. Hemos llegado hasta aquí por culpa, en gran medida si bien no exclusivamente, de la Constitución de 1978, redactada con ambigüedad y con la intención ingenua de contentar a todos. Por tanto, es imposible curar la enfermedad con aquello que es parte de lo que la provoca.
2. Hemos llegado hasta aquí por culpa de la identificación de la idea misma de España con el franquismo por parte del franquismo y de los nacionalismos «periféricos». También por la identificación de la idea de España con un nacionalismo centralista, uniformista y vacío, sin contenido, alejado de la idiosincrasia histórica de nuestro país, por parte de la derecha.
3. Hemos llegado hasta aquí por la concepción política que tienen tanto unos como otros, concepción que implica que, para la conquista del poder, todo vale, desde la mentira hasta la manipulación más grosera. Aun así, lo que hemos visto estos días por parte del PSOE y del gobierno en funciones de Pedro Sánchez y compañía supera cualquier cosa vista hasta ahora. La degradación, en este sentido, es máxima.
4. Hemos llegado hasta aquí porque la derecha ha aceptado el marco mental de la izquierda, permitiendo, de esta manera, la implantación de una mentalidad falsamente progresista que implica el señalamiento y la persecución social de aquellos que no la comparte o que, peor aún, se oponen. Se ha implantado una tiranía de la corrección política gracias a la cobardía y los complejos, y hasta la complicidad, de la derecha liberal española. Todo junto hace que defender la condición de español comporte ser señalado como fascista o ultraderechista.
5. Hemos llegado hasta aquí porque los propios españoles desconocemos, en general y en alto grado, nuestra historia, y hemos asumido la conocida como Leyenda Negra, es decir, las mentiras de la propaganda de nuestros enemigos históricos, asumiendo incluso nosotros mismos una imagen negativa propia.
6. Hemos llegado hasta aquí gracias a la complicidad de muchos medios de comunicación —algunos públicos—que llevan décadas mintiendo, manipulando y envenenando la convivencia entre españoles, insultando a España, a los españoles y ultrajando sus símbolos, siendo partícipes así de la implantación de esta mentalidad que justifica los medios para conseguir un fin concreto y creando odio contra el propio país.
7. Hemos llegado hasta aquí porque la izquierda ha querido sacar a la palestra pública la Guerra Civil de 1936-1939 por intereses partidistas, intentando establecer como verdad indiscutible una versión de la historia de la II República alejada de la realidad.
8. Hemos llegado hasta aquí por la concepción política del PSOE, que implica que la derecha no debe gobernar nunca. En el fondo, dada su concepción totalitaria del poder, odian a todos aquellos que les llevan la contraria, en contradicción con su discurso público de tolerancia, respeto, libertad y los supuestos valores democráticos.
9. Hemos llegado hasta aquí porque, durante décadas, los partidos que han gobernado España, PSOE y PP, se han bajado los pantalones ante los nacionalistas por interés partidista.
10. Hemos llegado hasta aquí porque el sistema escolar está hecho para crear una masa ignorante y manipulable y políticamente afín a los nacionalismos y a las izquierdas.
11. Hemos llegado hasta aquí porque las instituciones y los diferentes poderes del Estado han hecho la vista gorda ante los reiterados incumplimientos de sentencias judiciales por parte de la Generalitat de Cataluña.
12. Hemos llegado hasta aquí por la mentalidad burguesa, miedo y acomodaticia de la mayoría de la sociedad española.
13. Hemos llegado hasta aquí porque, en realidad, no tenemos rey.
14. Hemos llegado hasta aquí porque hemos cedido soberanía ante instancias internacionales de forma vergonzosa.
15. Hemos llegado hasta aquí porque España no se hace respetar ni interior ni internacionalmente.
16. Y, para acabar, hemos llegado hasta aquí porque en España se ha insistido, desde el siglo XIX y progresivamente, en dar la espalda a su Tradición histórica. Progreso, lo llaman.

NOTA: La foto que acompaña este artículo es asquerosa, porque la situación actual es asquerosa.

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