Es que gracias a la Ley de Nueva Plante de Felipe V de Borbón, que abre los mercados a Cataluña de Valencia, Aragón, Baleares y Castilla con sus reinos de ultramar y el monopolio de la fabricación de telas y paños que Carlos III de Borbón concede a Barcelona, Cataluña conoce un crecimiento económico enorme, que acabará produciendo no sólo una industria muy importante, sino también, y con ella, unas clases sociales (clases medias ) que traerán la modernidad y el renacimiento cultural («Renaixença»).
Ese progreso efectivamente hace de los catalanes fervorosos patriotas, por puro interés.
De hecho, exactamente como pasa en Escocia con el inglés y por las mismas oportunidades que trae la unión de reinos, hay un interés especial en esas clases medias en aprender la lengua castellana, la lengua de sus nuevos mercados, porque es la garantía de su progreso personal.
Es en ese momento en que ellos mismos cambian el nombre de «castellano» a «español», precisamente para decir: «nosotros también somos españoles» y garantizarse así sus nuevos mercados.
De ahí la abundancia de libros para aprender español y diccionarios castellanos escritos por catalanes (en Escocia hay incluso clases públicas de pronunciación inglesa)
La gente no es idiota y sabe muy bien lo que le interesa, aunque a veces los políticos se conjuren para engañar a todos (todas todes)
Es que gracias a la Ley de Nueva Plante de Felipe V de Borbón, que abre los mercados a Cataluña de Valencia, Aragón, Baleares y Castilla con sus reinos de ultramar y el monopolio de la fabricación de telas y paños que Carlos III de Borbón concede a Barcelona, Cataluña conoce un crecimiento económico enorme, que acabará produciendo no sólo una industria muy importante, sino también, y con ella, unas clases sociales (clases medias ) que traerán la modernidad y el renacimiento cultural («Renaixença»).
Ese progreso efectivamente hace de los catalanes fervorosos patriotas, por puro interés.
De hecho, exactamente como pasa en Escocia con el inglés y por las mismas oportunidades que trae la unión de reinos, hay un interés especial en esas clases medias en aprender la lengua castellana, la lengua de sus nuevos mercados, porque es la garantía de su progreso personal.
Es en ese momento en que ellos mismos cambian el nombre de «castellano» a «español», precisamente para decir: «nosotros también somos españoles» y garantizarse así sus nuevos mercados.
De ahí la abundancia de libros para aprender español y diccionarios castellanos escritos por catalanes (en Escocia hay incluso clases públicas de pronunciación inglesa)
La gente no es idiota y sabe muy bien lo que le interesa, aunque a veces los políticos se conjuren para engañar a todos (todas todes)
Me gustaMe gusta