«Tortosa 1936. Bajo la tiranía de los bárbaros» por Salvador Caamaño


Por su evidente interés, reproducimos el artículo de Salvador Caamaño, publicado en El Catalán

Entre el 18 y el 21 de julio de 1936 en Tortosa, buena parte de la población sigue con expectación e inquietud los acontecimientos que tienen lugar, especialmente en Barcelona, pero la vida en la ciudad continúa con cierta normalidad.

Esto cambiaría radicalmente a partir del 22 de julio. Ese día llegarán a la ciudad unos forasteros: “Tres hombres barbudos y de cabellos revueltos y una mujer, con un gran pañuelo rojo ligado al cuello y colgadas en la cintura pistolas del nueve largo y unos imponentes cuchillos, que parecían forajidos salidos del lejano oeste”. Con su entre grotesca y siniestra pinta, llegaron en un coche incautado, con un buen número de rifles “Winchester” en su interior.

Alguien, en referencia a ellos, empieza a hacer correr la voz de que han llegado los “russos” y con ese nombre pasan a formar parte del imaginario popular de la ciudad. El coche en el que viajan se detiene delante de los célebres almacenes “El Ebro” y una vez en su interior empiezan a escoger productos a capricho y después de alardear haciendo cuatro cabriolas con las pistolas, dejaron un “vale” sobre el mostrador y se marcharon tranquilamente sin pagar.

Nadie se atrevió a pedirles cuentas. No tardaron en sumarse a estos cuatro “patrulleros” un pequeño grupo de militantes de las juventudes revolucionarias de la localidad y todos juntos se dirigieron al palacio episcopal, donde se dedicaron a destrozar y robar lo que les pareció, en especial pequeñas piezas de arte religioso de gran valor. Los “russos”, desaparecieron ese mismo día de la ciudad con un buen botín, sin que nadie los molestase, pero dejando encendida la mecha de la revolución en Tortosa.

El día 23, según se relata en su libro José Montllaó  — “Los bárbaros en Tortosa” (1942)“ — un grupo de jóvenes escopeteros junto con unos guardias, asaltaron el Circulo Tradicionalista de la localidad (de gran implantación) y lo pusieron todo patas arriba buscando presuntamente listados con nombres, que no encontraron.

El día 31 de julio llegan a Tortosa, enviados por la central de la CNT-FAI, una treintena de anarquistas procedentes de Barcelona comandados por un tal Manuel Carrozas Borrallo, dirigente anarquista, que había trabajado de oficinista en la fábrica de cervezas Damm. A dicho grupo, del que también formaba parte Antonio Carrozas, hermano del anterior, se le conoció con el sobrenombre de “La Específica”, pues según decían tenían una misión “específica” que cumplir: “limpiar la localidad de fascistas y extender la llama de la revolución libertaria en la comarca”.

Se instalaron en el convento de las Teresianas que había sido confiscado por el comité local de la CNT-FAI. Enseguida se sumaron a ellos, además de sus correligionarios locales, una turba envilecida de exaltados izquierdistas, mayoritariamente jóvenes, que la noche del 31 de julio se dedicaron a incendiar y saquear casi todas las iglesias y conventos de la localidad. La catedral quedaría también gravemente mutilada. Además, se destruyeron importantes obras de arte, archivos históricos y fuentes documentales.

En los días siguientes se continuó con la devastación y se generalizó la confiscación y el saqueo de domicilios particulares, sedes de partidos de derechas y empresas. Para completar la obra, un bando del Comité Revolucionario ordenaba a los vecinos de Tortosa que en un plazo de veinticuatro horas se tenían que deshacer de todos los objetos religiosos de su propiedad, bajo amenaza de imponer fuertes castigos. Después de la Guerra Civil algunas piezas importantes del tesoro de la Catedral fueron recuperadas cerca de la frontera, aunque otras de enorme valor acabaron en México.

Al mismo tiempo, los recién llegados con las listas e indicaciones facilitadas por miembros del Comité revolucionario local empezaron a detener a todas aquellas personas que eran sospechosas de ser favorables a los sublevados.

El día 5 de agosto, sobre las tres de la madrugada, una patrulla de milicianos armados se presenta en el confiscado colegio de San Luis, convertido en cárcel, y procede a la lectura de diversos nombres, una vez identificados se les dijo que iban a ser trasladados a Tarragona. Serían los primeros en Tortosa en ser asesinados,

La infausta “saca” estaba compuesta por: el concejal del ayuntamiento Lluis Llasat Duran, jefe local del partido tradicionalista (Unió Ciutadana), que en 1933 fue durante algunos días alcalde accidental de Tortosa; el redactor jefe de “El Correo de Tortosa” de tendencia católica, Enrique Mur Brull; el canónigo y consiliario de Acción Católica, Joan Piquer Valenzuela, que además había fundado un colegio para niños pobres de clases nocturnas; José Andrade Barreno (militar retirado), Manuel Gordón Picardo (secretario de la sucursal del Banco de España en Tortosa y tradicionalista). Restituto González Fraile (Comandante de Artillería retirado), Eudaldo Gala Canalda (oficinista de 30 años de edad), José Marín Subirats (conocido tradicionalista) y Segismundo López Serrano, obrero del mismo partido. Todos ellos aparecieron asesinados al despuntar el día en el “pont dels Garidells” en la carretera de l’Ampolla a El Perelló .

El 28 de agosto un numeroso grupo de miembros de la CNT-FAI y del PSUC rodearon el edificio del ayuntamiento situando ametralladoras ante la fachada principal y asaltaron las dependencias municipales. Y obligaron a dimitir al alcalde Josep Berenguer (Partit Republicà d’Esquerra) y al teniente de alcalde Joan Benet Piñana, a pesar de que era el presidente del Comité del Front Popular de Tortosa, por considerarlos demasiado blandos. El consistorio fue sustituido por una comisión administrativa y por miembros del Comité Antifascista.

Los asesinatos anteriormente reseñados y la mayoría de los que producirían posteriormente en Tortosa y su comarca, se han atribuido además de a milicianos de “La Específica”, a patrullas locales encabezadas, entre otros, por Francesc Batista, de la CNT-FAI, de Lluís Montagut (a) “Dandy”, de Joan Vilàs (a) “Xaparro”, del PSUC (a quien gustaba fanfarronear dando detalles de sus truculentos crímenes) o la de Josep Matíes Pla (a) “Mitja orella” , miliciano de la UGT y del PSUC.

Patrulla milicianos en el puente colgante sobre el Ebro en Amposta el 22 de julio de 1936

Durante los meses siguientes y prácticamente hasta mayo de 1937, las patrullas armadas, en especial de la CNT-FAI y del PSUC- UGT, camparían a sus anchas por la ciudad, recorriendo las calles disparando al aire; a la caza de presuntos fascistas, confiscando (robando) casas y vehículos, chantajeando económicamente a pequeños propietarios y gente acomodada, deteniendo, amenazando y asesinando de forma indiscriminada. Mientras la Generalitat presidida por Lluís Companys, bajo cuya iniciativa se había creado el 21 de julio el siniestro “Comitè Central de Milícies Antifeixistes” comandado por los anarquistas, miraba para otro lado y dejaba hacer a dichos comités, manteniendo a las fuerzas de orden público confinadas en sus cuarteles.

El pasaje de la carretera a Tarragona conocido por “Los Ametllés” , entre otros lugares, se llenaría de sangre. Sólo en el período que va de finales de julio a finales de noviembre de 1936, el de mayor intensidad en la represión, se produjeron 118 asesinatos de tortosinos de los que 31 eran sacerdotes. Y cerca de 300 personas serían detenidas.

En la madrugada del 10 al 11 de diciembre, catorce de los detenidos: José Panisello, Conrado Pamies, Luís Emperador García, Arturo Vergés, Juan Arasa, Daniel Nivera, Ramón Albacar Nicolau, Julián Lavega Roé, Matías Cairats, Victoriano Peralta Beltri, Ignacio de Ramón, Luís Canivell Curto, Ernesto Mestre Ferrús y Manuel Canalda; fueron sacados de prisión y maniatados los subieron en un ómnibus y fueron conducidos hasta el paraje conocido como la “Pedrera de Cálig” (Vinaroz) donde serían vilmente asesinados, siendo luego sus cuerpos rociados de gasolina (estando algunos aún moribundos) y quemados. Los propios milicianos asesinos alardearían, y darían detalles después, de su horrendo hecho.

Además de los ya citados, y dentro de la larga lista de asesinados, lo fueron también algunas personas muy conocidas y respetadas en Tortosa como: el jesuita y científico Lluís Rodés, el notario Aurelio Prada, el abogado Fausto Muñoz, el sacerdote Francisco Albiol Cubells, redactor jefe del diario “El Correo de Tortosa”.

Respecto a la persecución religiosa, en la Archidiócesis de Tortosa, fueron asesinados en total por patrullas de milicianos 316 religiosos (el 61,5% del total), uno de los porcentajes más altos de toda España.

Recientemente el Ayuntamiento de Tortosa (“la regidoria de Memòria Històrica”) efectuó un concienzudo trabajo de recopilación de datos sobre los muertos en la ciudad durante la Guerra Civil de 1936-39 , en el mismo se dice “Assassinats polítics entre el 1936 i el 1939, òbviament gairebé tots comesos per escamots incontrolats de la part republicana (566 casos documentats)”. Como se puede ver, para referirse a los responsables de dichos asesinatos se utiliza el eufemismo de “incontrolados”. Serán como dice J. Barraycoa en su libro “ Los (des)controlados de Companys”.

Lluís Companys que, sin duda, es el máximo responsable de al menos 8.352 asesinados en Cataluña durante su mandato, tiene en Tortosa un parque que lleva su nombre y un monolito donde es cada año homenajeado con gran boato. Sin embargo separatistas e izquierdistas, después de hacer desaparecer toda la simbología franquista, llevan años empeñados en demoler también el monumento conmemorativo de la Batalla del Ebro, levantado e inaugurado por Franco en 1966, ante un gran entusiasmo popular (la prensa de la época lo calificó de : «Monumento a los caídos en la batalla del Ebro, homenaje de paz y de concordia»).

A pesar de que en el año 2016 se sometió tal decisión por parte del Ayuntamiento, a consulta popular por la presión de diversas entidades cívicas, votando el 68% de los vecinos a favor de su mantenimiento. Pero, aquí el “dret a decidir” y el “referéndum” no vale si el resultado no es el deseado. Y así algunos no han cejado en su empeño de desmantelarlo para seguir con su plan de imponer su relato. Hace tan sólo 2 meses el Parlament a través de una moción de ERC, que contó con el voto afirmativo de todos los grupos políticos excepto de VOX y PP, instaba al Govern a eliminar con urgencia dicho monumento.

Así mismo, el Parlament instaba al gobierno español a que realizará un acto “formal, solemne i de desgreuge a l’expresident de la Generalitat Lluís Companys”, ante esto el portavoz de VOX, Joan Garriga, en su intervención no tuvo más remedio que recordar que Lluís Companys, al que quieren homenajear,  fue un golpista contra la república y el responsable del asesinato de más de 8000 catalanes inocentes” . Alguien se había atrevido a decir la verdad en la sede del Parlament sobre Companys y esto provocó que  separatistas e izquierdistas se revolvieran indignados en sus asientos.

Salvador Caamaño Morado es autor de ‘Tarragona 1936. Terror de retaguardia’.



Categorías:Memoria histórica

7 respuestas

  1. Terrible, pero cierto, muy lamentablemente.

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  2. ¿Esto es democrático?

    Si los hechos están tan bien documentados…

    …¿Por qué los de la memoria histórica impiden que lo sepamos?

    Casualmente los mismos de la «memoria histórica» son los mismos del Frente Popular del 36…

    ..¿Volverán los mismos a repetir los mismos crímenes con nosotros?

    Porque el Pueblo que olvida su Historia está condenado a repetirla.

    Y parece que estamos repitiendo la misma mierda a cámara lenta.

    A pesar de que los 40 años de paz, trabajo y libertad de Franco eliminaron la miseria que podían justificar de algún modo estos comportamientos revolucionarios.

    No merecemos el Estado del Bienestar de nuestros padres y abuelos que, además, son los que sufrieron a estos asesinos sin piedad.

    Con esta gentuza sanguinaria es imposible que algún día podamos ser como Europa.
    Estas cosas no pasan en Europa.

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    • Sí, estan documentados, y muy bien. Yo lo atestiguo con relación a Ramón Albacar Nicolau, que fué asesinado en «els ametllers», por estos siniestros personajes Era hermano de mi abuelo que también fué encarcelado por estos y que seguramente hubiera tenido un destino tan infausto como su hermano si no hubieran intervenido los trabajadores de la fábrica que dirigía (a la que anteriormente estos individuos habían acudido a por dinero) exigiendo su libertad y ante esto, la caterva decisió ceder liberándolo, aunque, eso si, obligándolo a abandonar inmediatamente, o sea , ya, Tortosa.
      Por cierto : me contaron que el apodado «xaparro», anarquista él y buen nadador, fué, a su ves, asesinado a golpes de remo cuando intentaba escapar por el Ebro por los comunistas que cumpliam así la orden de Stalin de eliminar a lkos amarquistas.
      Honor y gloria a todos aquellos mártires de recuerdo iumperecedero.
      Que Dios misericordioso por los méritos de la Pasión y Muerte de Jesús, se apiade de todos nosotros.

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      • Hay que recoger la historia oral de aquellos que todavía sobreviven o lo han oído contar a sus padres/abuelos.

        No podemos permitirnos el lujo de repetir y experiencia.

        Y ya ves el caso de Pablo Iglesias, hijo de terrorista y nieto de asesino
        (se sabe que formó parte del piquete que secuestró al Duque de San Fernando para asesinarlo).

        Si no se hubiera quemado con la historia de su palacete de Galapagar y su desastrosa gestión de las residencias de ancianos durante el COVID, estaría tramando desde el Gobierno cómo darnos lenguaje de palo «democrático» para ejecutar su particular «justicia proletaria» (lo de «proletario» va por él).

        Porque estos partidos de envidiosos, ladrones y asesinos atraen a envidiosos, ladrones y asesinos. Y en cuanto se les presenta la ocasión, se ponen las botas.

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  3. Dale a un mierdecilla que no vale para nada un arma y la posibilidad de formar parte del rebaño de los ganadores, y harás de él el más fanático y psicópata contra la sociedad a la que odia, porque esa sociedad, es infinitamente mejor que él. Solo así se entiende, que las religiones de izquierdas y/o nacionalistas, tengan poder y acólitos. Porque el nacionalismo y las izquierdas se nutren de lo peor de casa casa.

    Saludos al Tito Berni.

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  4. Esta es la verdadera memoria historica , pero con la inventada por los sociatas y mantenida por los peperos , resulta que nadie cometio esos crimenes , y Franco fusilaba a inocentes , que no habian hecho nada , y ni squiera nadie asesino a los 10.000 de Paracuellos , el caso es que ahora , con el cuento de la memoria historica , estan montando cantidad de chiringuitos para desenterrar los huesos de su abuelo , al que les importa un pepino , pero que les da dinero seguir con el cuento .

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