La Ley 4/2016 de medidas de capacitación lingüística para la recuperación del uso del catalán en el ámbito de la función pública balear establece que: «Excepcionalmente y cuando la prestación asistencial pueda resultar afectada por la carencia o insuficiencia de profesionales (…) las convocatorias de selección y movilidad pueden eximir los requisitos de conocimientos de la lengua catalana exigidos por esta disposición transitoria».
Al considerar que existe un déficit en todas las especialidades de Medicina, así como de Enfermería, el Gobierno Balear ha dejado de exigir este requisito. La lógica se ha acabado imponiendo. La chulería nacionalista se ha dado cuenta que la gente no traga. Algunos prefieren imponer el catalán aunque se hunda el sistema sanitario. Otros prefieren largarse a la península antes que les obliguen a estudiar a lo que no están obligados.
Pero la cacicada continúa. Todos los funcionarios interinos, ya sean sanitarios (salvo lo médicos y las enfermeras) o no, que se presenten al actual proceso de estabilización de plazas dispondrán de una moratoria de dos años para acreditar el nivel que se les exija de catalán. Y luego … nadie sabe.
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somatemps.me 
Claro que no es casualidad. Esto era totalmente previsible, y lo sorprendente es que nadie se atreviera a decirlo. Algo parecido puede pasar en Cataluña y en el País Vasco. Son lenguas minoritarias, poblaciones en descenso. Por más que quieran ser la mejor tribu del lugar son una tribu que disminuye.
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Son como el Rey Midas pero en escatológico: todo lo que tocan lo enmierdan. Pero el daño ya está hecho. Ahora, que lo disfruten en sus carnes. Baleares ya no es un destino agradable para emigrar. Tampoco Valencia, ni Cataluña, ni Navarra, ni las Vascongadas, ni Galicia, ni Canarias. ¿Casualidad?
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