
El cuerpo de los Mossos d’Esquadra está en crisis permanente que se ha manifestado en la ruptura entre el número uno del cuerpo, Josep Maria Estela, y su segundo, Eduard Sallent.
Para colmo, La conselleria d´Interior suspendió este lunes las oposiciones a nuevos mandos porque encontraron un teléfono que grababa en secreto en una de las entrevistas, lo que supone una irregularidad.
Ese mismo día salió a la luz la denuncia de Toni Rodríguez (ex jefe de la Comisaría General de investigación criminal), acusando a la cúpula de los Mossos –y en concreto el entonces jefe y actual número dos, el citado Sallent (comisario jefe desde el 2019 hasta el 2020)– e Interior de apartarle para no facilitar informaciones sobre algunas causas de corrupción que afectaban a políticos catalanes.
De Rodríguez dependían varias unidades de investigación, como la que se dedica a los temas de corrupción. La unidad que supervisaba se hacía cargo del caso que implica el ex conseller Miquel Buch, también de la investigación en Laura Borràs y una de las ramificaciones del caso 3%.
Categorías:POLÍTICA NACIONALISTA Y NOTÍCIAS
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En la Cataluña podrida que han ido generando los separratistas, un Mosso d’Esquadra no es más que un policía que no termina nunca de saber a qué o a quién sirve, y esto se traduce por desgracia en un tremendo decaimiento en su efectividad profesional. Yo personalmente todavía me pregunto qué pintan las policías autonómicas dentro de un contexto global de nación soberana como es o debería ser España.
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