«Carta a un indigenista» por Edmundo Gelonch 


Estimado amigo:

Me quedé pensando en lo que dijiste de millones y millones de indios muertos y del “exterminio cometido por España”. Yo, en cambio, como muchísimos argentinos de muchas generaciones, tengo parte de indio.

Mis antepasados eran carios del Guairá, algo agricultores y cazadores, que a la llegada de los españoles en 1536 estaban siendo exterminados por la invasión de los carios del litoral atlántico, feroces y caníbales, que marchaban hacia el oeste desde 1430, no se sabe bien porqué. Como sabrás, estos antropófagos feroces llegaron hasta la selva boliviana y se instalaron para comerse a los charcas, que tenían asentamientos y cultivos: por eso los charcas les pusieron “chiri-guanos”, es decir “sucios de caca”, que era lo peor que decían. Los carios mansos y trabajadores, que se salvaron aliados con Irala, forman hoy el Paraguay y el noroeste argentino.

Entre los años 1536 y 1810, entraron y se afincaron por aquí no más de 3.000 españoles (TRES MIL en más de 270 años). Es que no había tantos nobles aventureros: estos segundones habían ganado nobleza y fortuna en las guerras de Alemania, Francia, Italia o Flandes, y venían a gastarse esas ganancias.

llegada de los españoles en 1536 estaban siendo exterminados por la invasión de los carios del litoral atlántico, feroces y caníbales,

Mal negocio: aquí no había nada, absolutamente nada que compensara la inversión. Algunos se volvieron, pero es de creer que la mayoría se quedó: si no, sería inexplicable la presencia de sangre blanca en el mestizaje argentino. (Nuestra costumbre de llamar “don” a cualquiera, viene de que todos los que vinieron eran nobles: en España no se usa el “don” sino exclusivamente para los títulos, de nobleza o académicos y eclesiásticos). Cuando quieras te muestro un montón de blasones de mis antepasados criollos, venidos entre 1536 y 1750.

Lamentablemente, los yaganes amigos de mi bisabuelo Francisco Villarino, como pasó a tehuelches y pehuenches, fueron exterminados hace poco por los invasores ranqueles y araucanos que nos mandaba Chile, y que son tan extranjeros que hoy se denominan “mapuches” en vez de araucanos, cuando “mapuche” es un idioma, la lengua franca de los diversos pueblos del sur, y no un pueblo o raza con sede en Londres.

Y si no, ¿por qué te crees que la llamada “conquista del desierto” en Argentina, se hizo con un ejército compuesto en su enorme mayoría por indios locales, patagónicos, que se defendían del invasor transcordillerano? Todos nuestros ejércitos han tenido mayoría de indios y mestizos, con muy pocos negros o blancos puros (¿No les viste las caras a los Menéndez, por ejemplo?). ¿De dónde crees que Cortés sacó 40.000 guerreros (CUARENTA MIL) para derrotar a los aztecas de Moctezuma? Son los pueblos miztecas, zapotecas, etc. que hasta hoy lo llaman “el Libertador” porque los libró de la tiranía de los mexicas antropófagos, que ellos solos no se animaban a sacudir. (Yo me los encontré en congresos internacionales, y escuché sus tradiciones, casi siempre prohibidas por el gobierno de allí).

los yaganes amigos de mi bisabuelo Francisco Villarino, como pasó a tehuelches y pehuenches, fueron exterminados hace poco por los invasores ranqueles y araucanos que nos mandaba Chile

Como es fácil ver en el color de la piel y en las facciones, aún después del aluvión inmigratorio de los siglos XIX y XX, la mayoría de los argentinos somos medio indios, un cuarto indio o tres cuartos indios.

Desde el comienzo, muchos de los nobles capitanes de las tropas españoles, aquí y en Europa, eran mestizos, como el Inca García Lasso de la Vega, o mi tío Don Rui Díaz de Guzmán (el primer historiador, que escribió en 1613: “La Argentina Manuscrita”, así llamada porque recién se imprimió en tiempos de Rosas).

Rivadavia era medio negro, pero muchos próceres, los Cabrera, los Cabanillas de Córdoba, como la Beata Madre Tránsito, y los grandes propietarios de campos, eran mestizos. Es que era política de la Corona hacer casar a las niñas con indios: como la famosa heredera Doña Juanita Ortiz de Zárate y las de Torres de Vera y Aragón. (Si lo miras bien a mi amigo el Profesor homónimo, te darás cuenta por qué en Inglaterra le dirían “negro”). Y los varones españoles no necesitaban tanta política para casarse con indias o mestizas, sobre todo si eran nobles y ricas herederas. Si no, ¿de dónde sacamos el sobrenombre “negro” o “negrita”, que se usa tanto y familiarmente entre nosotros? En la misma Buenos Aires, que tiene el mayor aporte de inmigración europea, todavía el mayor número de habitantes (dicen 53 %) tiene ADN indio.

Rivadavia era medio negro, pero muchos próceres, los Cabrera, los Cabanillas de Córdoba, como la Beata Madre Tránsito, y los grandes propietarios de campos, eran mestizos.

¿Te acuerdas del presidente Castillo, bastante morocho? Perón debe haber tenido algo de blanco. Y Evita —la conocí— no era tan morocha como él, pero contrastaba mucho el pelo teñido de amarillo (entonces las tinturas no hacían rubio natural). Entre los amigos militares, a más de uno le dicen “mor-nueve” (“más que mor-ocho”). En Buenos Aires muchos les dicen “provincianos”, por el color.

Te dije los Cabanillas: si vas al santuario de la Beata Tránsito Cabanillas en San Vicente (López y Planes 2936), verás sus blasones y el color oscurito y las facciones aborígenes. Y si no lo crees, mira a mi consuegro el Dr., cuando venga a visitarme: no es gratis que le digan “Negro”.

¿Y los Paz? Desde el José María, hijo de padre europeo, creo, ya vienen mixturados. ¿No conociste al famoso “Inca Paz”, tan conocido por su fealdad y negrura como por sus “dotes” de magistrado cordobés? Date una vuelta por los Tribunales y comprenderás por qué los juicios de antaño contaban con asesores letrados que tradujeran al español todo el proceso, que se instruía en la lengua de las partes: el idioma español recién se extiende con los gobiernos liberales, después de la independencia. Nuestros archivos son bastante sorprendentes, para los no argentinos, como los catecismos o la liturgia trilingüe de las celebraciones religiosas latín-castellano y guaraní, o quechua, etc.

En fin: no conviene dejarse llevar por las cifras espectaculares de las leyendas gringas: eso sirve para los que no saben o no tienen ojos para ver.

Es suficiente subir al colectivo o ir a la cancha, para averiguar qué fue de los indios.

Fuente: Españoles de Cuba



Categorías:Corrección política, HISPANIDAD

5 respuestas

  1. …»millones y millones de indios muertos y del “exterminio cometido por España”…

    De la misma manera que los comunistas engañaban y manipulaban a la población haciéndole creer que vivían mal porque el dueño -el «burgués» o el «capital»- les roba…hasta hacer que tengan tanta envidia, resentimiento y odio que estuviesen dispuestos a asesinar al patrón para robarle…

    …de la misma manera los neocomunistas engañan y manipulan a la población haciéndole cree que viven mal porque los españoles «les asesinaron y les robaron el oro»

    Y no fue un asesinato normal, sino de «millones y millones de indios muertos» y del exterminio…

    …y como con España vino la religión católica, la religión católica (y no la protestante, la judía o la musulmana) es invasora y colaboradora con el exterminio.

    Es tan grosera y tan evidente la mentira, que hay que preguntarse exactamente qué quieren lis que intentan engañar así. Precisamente son blancos, no indios ni mestizos.

    Quieren, como querían los políticos comunistas el poder.

    ?Y después? ?qué?

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  2. Es curioso, pero los marxistas culturales «indigenistas» (que no indígenas), al poner la lupa en lo presuntamente malo (porque lo utilizan de arma política contra la sociedad y la Iglesia Católica) y pasar por alto lo bueno, parece que no hubo nada bueno.

    En primer lugar todos los paises hispanoamericanos (y Filipinas) son paises OCCIDENTALES, con todos los beneficios.

    Esto, que hoy lo damos por descontado, no hubiera pasado.

    En segundo lugar unifico con el Imperio una cantidad inmensa de pueblos muy distintos y con lenguas distintas y que muchos de ellos estaban continuamente en guerra o simplemente se los comían.

    Esto es, una unidad superior, como siempre pasa produjo la Pax Hispanica.

    La paz hizo que recursos que antes se dedicaban a la guerra, ahora se dedicasen al bienestar, porque no solo ya no había muertos, invalidos o tullidos y heridos (un drama: bocas que alimentar, pero que no producen, en sociedades de subsistencia), además ya no se destruyen casas ni se queman cosechas, con lo que hay que empezar de nuevo una y otra vez.

    La Pax Hispanica fomenta con ello la economía y el comercio entre esos mismos pueblos antes enemigos, porque la paz produce acumulación y fomenta las inversiones.

    Al mejorar las economías familiares se tienen más hijos.

    La Pax Hispanica trajo intercambio de plantas, técnicas y productos en todo el continente y también con España.

    Olvidamos que el azteca normal vivía en la máxima miseria, viviendo en chozas, vistiendo taparrabos y cultivando pequeñas parcelas de subsistencia.

    Con la plantación de nuevos cultivos, la importación de animales (gallinas, ovejas, cabras, toros, caballos…) su nivel de vida aumentó, como mejoró su alimentación.

    Las nuevas oportunidades que trajeron la administración del Imperio y su defensa convirtieron a muchos en incipientes clases medias.

    Aunque el español no fue impuesto, el español se convierte en la lingua franca del Imperio y el latín en la lengua cultural que conectó hasta el siglo XVIII a los intelectuales hispanos con sus homólogos europeos.

    Es decir, toda una civilización que, sin borrar lo que había, mejora la situación de todos los habitantes y que se convierte en la base de cada nación hispana actual.

    (México NO existía. Existía unas zonas invadidas por los aztecas, unos pueblos sometidos y que pagaban tributo, pueblos a los que hacían continuamente la guerra para coger prisioneros para comérselos y otros muchos pueblos sin ninguna relación política. México es lo que quedo del Virreinato de la Nueva España tras la independencia y tras la guerra con Estados Unidos, que les roba mas de la mitad del territorio. México es México por España)

    Unos de los problemas es que la colonización (importación de técnicas y cultivos y la creación de colegios y Universidades) la hizo la Iglesia Católica (como en España, porque las únicas funciones del Rey son la defensa del reino y de la Iglesia, los altos tribunales de justicia y la recaudación de impuestos para financiar eso)

    Y es que la Iglesia Católica era la bestia negra de los «ilustrados» (porque influidos por los protestantes, la acusaban de impedir el «Progreso» al mantener al Pueblo en la ignorancia y la creencia) y, desgraciadamente, como en Europa, disponía de tierras para financiar sus actividades de culto, enseñanza, sanidad y caridad.

    La única manera de forzar al Pueblo a «progresar» era robar a la Iglesia sus propiedades, que ellos se encargarían de hacerlas fructificar mejor (para algo eran «ilustrados» leídos) y de paso se impedía su función de envenenar al Pueblo (criollos, mestizos, indios y negros) con creencias y dogmas.

    De ahí la sorpresa mayúscula del protestante (y homosexual) ilustrado y masón Humboldt cuando conoce a fondo estos paises y comprueba con sus mismos ojos que están mejor gobernados que en Alemania y que son mas prósperos (por ejemplo compara los salarios de un minero del virreinato con los de un minero alemán y concluye que son mas altos que los alemanes)

    El marxismo cultural, como antes la masonería, elige lo que le interesa y descarta lo que no le conviene para lograr sus fines: el PODER.

    Otra cosa es que al Pueblo le interese estar sometidos por ellos.

    Cuando mienten y manipulan de este modo a su propios conciudadanos es porque ellos mismos saben muy bien que no (si le interesase, el mismo Pueblo les daría el poder, porque iría en su beneficio)

    Pero estamos en el siglo XXI, no en el siglo XX ni en el XIX:

    Es de idiotas seguir engañandose con esta gentuza sedienta de poder y que para ello siembra odio y discordia e impiden la industrialización.

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  3. Muy bien explicado.

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  4. No existe más «indigenista» que una nueva ideología destinada a dividir la nación.

    En nombre del «progresismo» y la «justicia social».

    Es más, no hay «indígenas» o «primeras naciones»

    Dejando a parte de que no debe haber indígenas puros y sí mestizos, lo único que hay son tribus diferentes, con idiomas y dialectos diferentes y que siempre han estado en guerra entre sí.

    En parte, como los aztecas, para comerse a sus vecinos, en parte, como los incas, para obtener tributos de otros pueblos sometidos, en parte -y esto es normal en todos los pueblos humanos desde que el hombre es hombre- para conquistar territorios de caza, para defender territorios de caza o simplemente porque los ocupantes están huyendo de las presiones o invasiones de otros grupos; movimientos humanos muchas veces producidos por hambrunas o por guerras.

    Pero esto, como la estafa del comunismo, solo tienen por única finalidad dividir para dominar cada nación por dentro y vengarse de la religión que les ha perseguido desde siglos antes de que Colon pusiese un pie en América.

    No pasa sólo en Hispanoamerica, sino que esta ideología antiblanco, antieuropeo y anticristiano la crearon para Estados Unidos y Canadá (y utilizando exactamente los mismos métodos con los que fabricaron el movimiento negro en EEUU en los años 50 y 60)

    En USA, por razones humanitarias, se les concedió licencias para abrir casinos de juego en las reservas indias, con lo que crearon un aliciente no para agradecerlo, sino para «exigir sus derechos».

    En Canadá, que también les reconocieron especiales derechos cuasi estatales sobre sus reservas indias, resulta que son muy ricas en petróleo, minerales y madera, un caramelo para inversores como Soros, que puede ahora contratar su expolio con los «jefes y jefas» indios (porque son progresistas, neo-animistas-anticristianos y lgtb). Como antes pasó con los yanomanis del Brasil, que desforestaron sus recién adquiridos bosques (gracias a la presión humanitaria internacional) a cambio de yenes japoneses.

    La legislación canadiense considera «indio» a quien tenga UN OCTAVO de sangre india.

    Sí, no son ni mestizos ni SIETE OCTAVOS blancos, sino indios «primeras naciones» (es decir, que los blancos son «de fuera». Ni los indios vinieron de Siberia cruzando el estrecho de Bering)

    Esto es lo que Soros está imponiendo en Hispanoamerica. A través del movimiento de recuperación de lenguas en peligro (las indígenas, esto es, nacionalismo indígena anticatolico) y a través de ideologías amigas:

    Si se lee con atención el discurso del Presidente del Perú en su toma de posesión, se observará la mano negra de sus consejeros del partido español PODEMOS.

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  5. Los de siempre están intentando dividir las naciones hispanoamericanas otra vez; pero esta vez desde dentro, porque todos son mestizos, con sangre europea, india y negra en distinta proporción.

    Y con ello el principal legado español: la religión católica, que ahora pasa de santa y liberadora a conquistadora y genocida.

    En realidad esta es la lógica natural de la destrucción del imperio:

    Primero destruyen el imperio en naciones, en nombre de la libertad, igualdad y la fraternidad.

    Luego, cada nación se convierte, con los tratados de Libre Comercio que firma con una potencia industrial (Gran Bretaña) en su colonia comercial y origen de su decadencia y tercermundismo.

    Para que esas naciones no se vuelvan a unir, se crean conflictos interminables entre ellas, conflictos que hay que financiar (compra de armas y suministros, pago de los soldados, compra de navíos) con préstamos de Londres.

    Ahora toca dividir a cada nación independiente ( la Argentina, Perú o México ) en naciones más pequeñas, siempre enfrentadas entre sí.

    Y nada menos porque hace 500 años hubo un conflicto (y no los miles de conflictos que hubo antes de Colón y después de las independencias)

    Resaltando solo lo negativo, pero nunca lo positivo.

    No importa tampoco que hayan sufrido la colonia británica, ni ahora la norteamericana, ni mañana la china.

    No, el «problema» es el mismo: «España», es decir, la mitad (por arriba o por debajo) de cada ciudadano hispanoamericano, porque todos llevan sangre española.

    Esto, que fue un invento de los ilustrados secretos oara convertir reinos en repúblicas gobernadas en secretos por ellos, pasará a ser utilizado por otros interesados, como los protestantes que dicen:

    «si nos hubieran invadido los protestantes ingleses y no los católicos españoles, ahora seriamos tan ricos y poderosos como los yankis»

    y como el socialismo también quiere el poder poder, vuelven a la carga con la conquista, el «robo del oro» y la religión católica, haciendo creer que si ellos llegan al poder le «van a robar al rico y te lo van a dar a ti» a cambio del voto.

    Pero lo que ninguno hace es hacer políticas económicas que funcionen, como las que están levantando de la miseria a Indonesia, Malasia, Vietnam, India…muy parecidas a las que enriquecieron a Japón, Corea y China, copiadas a su vez de las políticas económicas que enriquecieron a Inglaterra, Holanda, Alemania, Austria y después a Noruega, Dinamarca y Suecia…

    Porque la única manera de sojuzgar al Pueblo es que este en la miseria y no pueda nunca prosperar: la economía nacional NUNCA tuene que funcionar.

    Y para eso viene muy bien echar las culpas a Colón, a la religión católica y a la mitad de cada ciudadano, que tiene sangre europea y no caníbal azteca.

    y no olviden que Soros y sus amigos están detrás

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