Increíble. Cualquiera sabe que la llamada «ultraderecha» es un fenómeno residual y marginal. El problema llega cuando se considera «ultraderechista» a todo aquél que no comulga con la izquierda.

Por eso, el Departamento de Interior de la Generalitat cree que hay miles de ultraderechistas infiltrados de los Mossos, y policías locales. Pero muchos miles y miles. Por eso, se ha comprometido a investigarlo.

Lo hace a requerimiento del Síndic de Greuges -defensor del pueblo- Rafael Ribó (el político más jeta de Cataluña), que apela también a realizar un estudio similar en la Guardia Urbana de Barcelona y en el resto de las policías locales catalanas.

La iniciativa parte de Ribó, que tomando como ejemplo el estudio realizado por el Ministerio de Interior alemán sobre la infiltración de grupos neonazis en las policías germanas, propone realizar un estudio sistémico de posibles derivas ultraderechistas tanto en los cuerpos policiales como en las Fuerzas Armadas.

Por ello, el síndic ha trasladado además su propuesta al Defensor del Pueblo y a los defensores del País Vasco y Navarra, las comunidades con policías propias, para reproducir esas investigaciones.

¡Empieza la caza de brujas!

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