La última reunión, el viernes pasado, entre Lastra (PSOE) y Rufián (Los rufianes), ambos transmitieron que no habían llegado a acuerdos y que aún seguía encallada la investidura de Pedro Sánchez.

Pero todo era postureo. El PSOE pasándose la moralidad por el forro, filtró el informe de la Abogacía del Estado sobre que tratamiento tendrá Junqueras. La filtración ha satisfecho a ERC y ahora toca disimular ante las bases independentistas.

Han anunciado que tiene que reunir a su Consell Nacional para que apruebe los acuerdos (una forma de disimular que son democráticos). El PSOE ha prometido una mesa de negociación (también llamada de bajada de pantalones) y ERC estirará el chicle hasta el 5 de enero para la investidura.

El PNV hoy ha dicho el esperado «sí quiero» a Sánchez, pues le urge un gobierno en España para seguir con sus chanchullos en Vascongadas.

Por último, ERC debe preparase para el linchamiento y escarnio que sufrirá de parte del independentismo mas radical. Una vez pase la tormenta, vendrá su asalto a la Generalitat. Y ahí el PSC le tendrá que devolver el favor.

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