Los tejemanejes de Puig-de-horror sobre el Pdecat están reduciendo el partido heredero de Convergència a la mínima expresión. En sentido literal. Fuentes del Pdecat avanzan que se prepara para recortar la plantilla a casi la mitad.
Estas fuentes precisan que la intención de la dirección del Pdecat es reducir los 45 empleados actuales a un máximo de 25. En sus tiempos de esplendor, cuando el partido todavía se denominaba Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Jordi Pujol presidía la Generalitat, la plantilla superó los 200 empleados.
Con el estallido de los casos de corrupción política que afectaron el partido llegaron las vacas flacas. Además, los malos resultados electorales tuvieron como consecuencia una reducción de los ingresos procedentes de subvenciones públicas. Y mantener a a Puigdemont tampoco es que sea barato.
Los trabajadores del Pdecat ven su futuro laboral y el del partido “muy negro”. Fuentes internas recalcan que hay un “vacío de poder” que el nuevo presidente, David Bonvehí, no ha sabido llenar. Aseguran que no funcionan las sectoriales, ni se ha completado aún el organigrama: “Aquí no se sabe quién manda”. ¿Y estos nos quieren llevar a la república feliz?
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somatemps.me 
Es sabido que los partidos naZi-onalistas se financian con las aportaciones de sus cargos electos o designados a dedo, la única solución es la propuesta del Partido Popular: «España Suma» y desalogar a los «indepes» de las instituciones
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Las subvenciones públicas nunca tienen que utilizarse para subvencionar partidos políticos. Menos todavía cuando esos políticos quieren romper España, incumplir la Constitución y la Ley; y destruir la economía que nos da de comer.
El que quiera favorecer sus intereses o defender su futuro, que lo pague de su bolsillo, como hacen en Europa.
Y como prevé la Constitución.
Nunca podremos tener democracia cuando los corruptos partidos políticos, que funcionan internamente como una dictadura, estén subvencionados para atacarnos con el dinero de todos.
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A ver si se hunden del todo y dejan ya de tocarnos las narices los naziseparatas estos. Con un poco de suerte, pronto no se acordará nadie de Puchdemón y compañía.
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