
Ada Colau ha dejado a merced de los numerosos colectivos okupas la casa natal de Santiago Rusiñol. Barcelona en Comú (BComú) ha vetado un hotel en el edificio protegido, dejándolo vacío y tapiado. La propiedad denuncia que tiene que mantenerlo vigilado constantemente pues los okupas ya le han echado el ojo. Hay que tener en cuenta que es un edificio protegido por su valor artístico que está tapiado y sometido a la degradación al no poder ejercerse mantenimiento.
La propietaria del edificio sito en la Princesa 37 de Barcelona denuncia que: «Ya tuvimos varios casos. En el último, los okupas habían entrado por la azotea y apuntalado el inmueble. Ello, dijo la policía catalana, es signo de que está en el mercado negro de bloques vacíos que se venden listos para okupar«.
Este es uno de los 33 edificios afectados por la moratoria hotelera impuesta por los comunes. Toas estas (in)acciones del Ayuntamiento han impedido producir unos 4.000 puestos directos e indirectos de trabajo.
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Extraordinaria noticia. Cuanto peor para Barcelona, mejor para el resto de España.
Jódanse y disfruten lo votado.
Paletos.
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