Iglesias ha llevado a pasar de 115 a 40 diputados autonómicos cuatro años después

El ordeno y mando (y su casoplón) de Pablo Iglesias ha llevado a Podemos a sufrir su mayor revés en unas elecciones autonómicas. La formación morada, que ya busca responsabilidades entre sus filas por el batacazo de la noche del domingo, se ha dejado 75 diputados autonómicos en toda España.

Iglesias, que decidió no comparecer tras conocer los resultados electorales, ha llevado a su partido a perder fuelle en todo el mapa autonómico. «La segunda temporada de Unidas Podemos es gobernar», utilizó el dirigente de Podemos como frase vaticinadora de la noche electoral. Nada más lejos de la realidad

Podemos ha desaparecido de Castilla y La Mancha (de 3 diputados a 0) y de Cantabria (también pasa de 3 diputados a 0). También lo ha hecho casi de Castilla y León, de donde pasa de 10 a 1 diputados, o de Aragón, comunidad en el que se queda con 4 diputados y donde llegó a cosechar 15 en los anteriores comicios.

Estas pérdidas, unidas a las de Baleares, Canarias, Navarra, Asturias o La Rioja, entre otros, ha llevado a Iglesias a pasar de 115 a 40 diputados autonómicos cuatro años después de emerger como una de las fuerzas del cambio llamadas a terminar con el bipartidismo.

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