
Manuel Valls se volvió a lucir esta vez ante la Cámara de Comercio de Barcelona, como el peor candidato posible a Barcelona. Al ser preguntado sobre la polémica suscitada en torno a los lazos de la Generalitat, el alcaldable prefirió marcar distancias y alejarse de esta disputa que enfrenta a independentistas y contrarios.
Para Valls el tema de los lazos amarillos es un «juego» que sirve «para hacer ruido», y ha añadido que él sólo quiere que se cumpla «la ley, en todos los ámbitos». Así, se aleja de las escaramuzas constantes entre partidarios y detractores del independentismo.
Sorprendentemente, con esta afirmación ha dejado humillados a todos los catalanes que durante más de un año se llevan sacrificando noches enteras han estado haciendo el primo. A Valls le da igual que se batasunice Cataluña. Él sólo quiere salir en el HOLA! y esperar que los poderes de Europa le concedan una parcela de poder en Cs.
Esto explica el poco entusiasmo que está poniendo en la precampaña. Valls sabe que es el hombre de la masonería francesa para esta parte de España y eso le perdonará todos los fracasos electorales que le vengan encima.
Categorías:POLÍTICA
El. Franchute tiene un buen follón en su país y parece ser, buenos amigos au nord de L’Afrique, la francofonie.
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Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
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Este aspira a ser Pepe Botella2.0
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