Así ha podido digerir el mal trago de su visita a los gitanos de Barcelona. Desde las redes le pusieron a caldo por haber expulsado de Francia a gitanos. Ahora, por fin, está en su ambiente natural, estilo premios planetas galas con su amorcito “la gallardo”, y en definitiva su ambiente “chic”. Mientras tanto las encuestas siguen igual. Valls no alcanzará la alcaldía ni a tiros.
Pero se lo pasa bien. Mejor en Barcelona posando con unas baldosas de suelo en la espalda que no arrinconado en Francia como el inútil político que ha demostrado ser. Ánimo Valls. Tú puedes.
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