Ali Salam, alcalde musulmán de la ciudad de Nazaret ha decidido que este año no habrá ningún tipo de celebración navideñas en la ciudad donde Jesús pasó su infancia. El alcalde de la ciudad israelí ha tomado la decisión como represalia reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, por parte de Donald Trump.

Poco importa que el 30% de la población sea cristiana. Otras administraciones locales han protestado contra el alcalde porque “es una decisión que va en contra de los cientos de miles de cristianos que llegan a Nazaret en esta época del año”.

Algunas de las celebraciones que han sido suspendidas por el alcalde musulmán son el mercado navideño, y la cabalgata del 23 de diciembre. Además se ha prohibido la reproducción de villancicos y canciones navideñas en las calles de la ciudad”.

Entre los pueblos con alcaldes nacionalistas y colegios nacionalistas que también han decidido suprimir la Cataluña en Navidad, esto parece una conspiración.

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