A Marta Torrecillas le podría salir caro el mentir como lo hizo en el 1-O. La independentista fue noticia por la supuesta rotura de varios dedos e incluso por sufrir una agresión sexual por parte de unos de los agentes de la Policía Nacional cuando era desalojada de uno de los colegios electorales del referéndum ilegal.

Salió en todos los medios catalanes e independentistas denunciando que la Policía Nacional le había roto los dedos de la mano y le habían metido mano durante el desalojo. Pero su mentira apena duró un día, al descubrirse que tenía los dedos la mar de bien.

Esas mentiras y falsas acusaciones a los agentes de la Policía Nacional han motivado que la Fiscalía de Barcelona esté decidida a acusarla de un delito de calumnias hacia los agentes del Estado. Tal y como se recoge en el Código Penal en su artículo 206, “las calumnias serán castigadas con las penas de prisión de seis meses a dos años o multa de doce a 24 meses, si se propagaran con publicidad y, en otro caso, con multa de seis a 12 meses”.

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