
Puigdemont está que se sale. Se sale del sentido común y de toda racionalidad. Es imposible saber si lo que dice es porque está mal de la azotea, o porque sabe que su público está mal de la azotea y hay que sintonizar.
En su última intervención se ha superado a sí mismo. Está sublime, rozando el ridículo.
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A lo único que hay que temer es a la falta de decisión de Mariano y demás políticos del régimen de 1978. Pero a el? Ja ja ja….
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