Las estatuas, y las placas de las calles, ramblas y plazas con el nombre de este repugnante criminal y genocida de Companys deben ser retiradas de inmediato de todos los pueblos y ciudades de Cataluña. Basta ya de insultos y ofensas homenajeando a este bárbaro. Cualquier historiador serio sabe perfectamente que Luís Companys era un perturbado mental muy peligroso, cuya locura sembró la Cataluña de los años 30 del siglo pasado de muertos, desórdenes y ruina para todos los catalanes. Firmó montones de sentencias de muerte, incluso de gente de su propio partido, organizó y apoyó escuadrones de la muerte con los que persiguió y asesinó a gran cantidad de católicos y a todo aquel que no comulgara con sus ideas, y etc etc. En fin, una «joya» de mucho cuidado. Es realmente increíble que los separatistas idolatren a este asesino, pero claro, están totalmente enajenados y perturbados, como su ídolo, viviendo en una ignorancia y una fantasía total, bañada con el resentimiento y el odio más irracional.
No queremos recuerdos de asesinos en España, los motivos son claros ; monumentos a los criminales son un mal ejemplo para los niños y, un insulto a la inteligencia humana.
Las estatuas, y las placas de las calles, ramblas y plazas con el nombre de este repugnante criminal y genocida de Companys deben ser retiradas de inmediato de todos los pueblos y ciudades de Cataluña. Basta ya de insultos y ofensas homenajeando a este bárbaro. Cualquier historiador serio sabe perfectamente que Luís Companys era un perturbado mental muy peligroso, cuya locura sembró la Cataluña de los años 30 del siglo pasado de muertos, desórdenes y ruina para todos los catalanes. Firmó montones de sentencias de muerte, incluso de gente de su propio partido, organizó y apoyó escuadrones de la muerte con los que persiguió y asesinó a gran cantidad de católicos y a todo aquel que no comulgara con sus ideas, y etc etc. En fin, una «joya» de mucho cuidado. Es realmente increíble que los separatistas idolatren a este asesino, pero claro, están totalmente enajenados y perturbados, como su ídolo, viviendo en una ignorancia y una fantasía total, bañada con el resentimiento y el odio más irracional.
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