Tarde o temprano nos vamos a librar de esta gentuza que está intentando arruinar la tierra.
Ya pasó con Felipe González; y es que la verdad y la fuerza de los hechos (tener resultados o no tenerlos) acaban imponiéndose.
Podemos y el JxS son solo los últimos estertores de más de lo mismo, pero con diferente nombres.
Lo tenemos que tomar como una vacuna. Y luego, a trabajar como siempre.
Lo bueno de nuestra historia es que tenemos la experiencia; y lo que ya hemos hecho una vez, podemos repetirlo y hacerlo más veces.
Cataluña desde Carlos III; y España desde Franco han seguido unas políticas comerciales e industriales muy concretas que han tenido éxito.
Solo hay que copiarlas y aplicarlas adaptándolas a las nuevas realidades
(principalmente la Unión Europea, que, y eso sí que hay que decirlo, impide que tengamos políticas de desarrollo como las que utilizaron Carlos III, Franco, Japón, Corea, Taiwan, Singapur… para salir de la pobreza y dar oportunidades de progreso a todos los que las hubieren querido y trabajado. Pero se hace lo que se puede)
¡Y a ver si nos olvidamos un poco de la «política»!, que parece que en esta vida todo es política (es decir, esperar sentados a que el líder supremo haga por nosotros lo que nosotros no queremos hacer)
Bueno, dicen que lo que no mata, engorda.
Tarde o temprano nos vamos a librar de esta gentuza que está intentando arruinar la tierra.
Ya pasó con Felipe González; y es que la verdad y la fuerza de los hechos (tener resultados o no tenerlos) acaban imponiéndose.
Podemos y el JxS son solo los últimos estertores de más de lo mismo, pero con diferente nombres.
Lo tenemos que tomar como una vacuna. Y luego, a trabajar como siempre.
Lo bueno de nuestra historia es que tenemos la experiencia; y lo que ya hemos hecho una vez, podemos repetirlo y hacerlo más veces.
Cataluña desde Carlos III; y España desde Franco han seguido unas políticas comerciales e industriales muy concretas que han tenido éxito.
Solo hay que copiarlas y aplicarlas adaptándolas a las nuevas realidades
(principalmente la Unión Europea, que, y eso sí que hay que decirlo, impide que tengamos políticas de desarrollo como las que utilizaron Carlos III, Franco, Japón, Corea, Taiwan, Singapur… para salir de la pobreza y dar oportunidades de progreso a todos los que las hubieren querido y trabajado. Pero se hace lo que se puede)
¡Y a ver si nos olvidamos un poco de la «política»!, que parece que en esta vida todo es política (es decir, esperar sentados a que el líder supremo haga por nosotros lo que nosotros no queremos hacer)
Trabajo y ahorro personal: mano de santo.
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