La vieja Convergencia, acostumbrada a pavonearse en el Congreso en las sesiones de Investidura, ahora parece una vieja gallina. De hecho su representante, Homs, tuvo que bajar del Gallinero y sólo tuvo dos minutos para reivindicarse. ¡Qué tiempos aquellos en que hacían falta los votos de sus diputados para investir al presidente del Gobierno de España.

Homs, en su discurso, apenas ha podido decir “el futuro de Cataluña no lo decidirá usted, si no los catalanes”. Y vuelta al Gallinero del Congreso.

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