Joan Tardà ha vuelto a dar cuenta de que la ley darwiniana de la selección natural en él no se cumplió. En una entrevista en Jotdown, rechaza la solidaridad con los españoles. (ay si le oyeran los viejos republicanos). Más concretamente afirma:

“Yo no tengo por qué aceptar este marco en que estoy obligado a ser solidario per se con los españoles. Lo soy en ejercicio de mis libertades y porque mi sociedad es madura y cree que no tiene sentido la no solidaridad, pero no porque tenga que aceptar el marco mental. Como republicano puedo ser tan solidario con un extremeño como con una persona de Córcega. Es más, Córcega está más cerca”.

Desde luego es tonto, pero muy tonto. Siguiendo el argumento yo -en una Cataluña no tengo `per se´que ser solidario con los leridanos, más que con los de Pedralbes. De hecho estos tienen más pasta y están más cerca de donde vivo.

En algo tiene razón, al afirmar: “la batalla ideológica la hemos ganado”, dado que “en el imaginario de una buena parte de la sociedad catalana ha arraigado la idea de que o se da un paso adelante o no hay futuro”. Eso sí, admite que todo es un puro marco mental que han conseguido crear con muchos recursos, discursos, clientelismo y TV3.

La entrevista, no deja de ser interesante, pues no sólo desvela el coeficiente intelectual del representante de la voluntad del pueblo soberanos español en el Congreso, sino que también nos muestra sus temores … por “la reacción del Estado español”. “Es evidente que los primeros años puede haber alguien que esté tentado de convertir a los catalanes contrarios a la independencia —que con los años irán perdiendo la memoria unionista— en aquello que decía Jordi Cañas, de Ciudadanos, de ‘vamos a ulsterizar Catalunya’.

Pues sí, eso se encontrarían. Olvídense de la revolución de las sonrisas y prepárense para una agitación interior como nunca la habrían presentido.

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