Es una de las máximas preocupaciones de los ciudadanos en Barcelona y, sobre todo, de los comerciantes, que viven rodeados de cientos de vendedores ambulantes que se instalan cada noche en los paseos del puerto y de la playa de la Barceloneta. Los manteros ocupan las calles, saturan los paseos y utilizan la vía pública para vender productos robados o falsificados mientras la alcaldesa, Ada Colau, no logra ponerle coto.
El Ayuntamiento de Colau (ya no es el de Barcelona), primero se tomó el fenómeno en plan yupi-happy-flower. Promesas y bonitos discursos de acogida e integración.
Luego vinieron las protestas de los comerciantes porque competencia desleal; luego la de los manteros porque se les presionaba; luego los ataques violentos a la Guardia urbana ; luego los silencios políticos ante las mafias chinas que nutren a los manteros.
En fin, el tema ya no tiene solución. Sólo nos queda cambiar el nombre a la ciudad. MANTELONA.
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somatemps.me 
Ahora, seguro, muchos comerciantes, que alguna vez, simpatizaron, con el separatismo, seguro, ya no quieren , pues la Cataluña, independiente, sería ya el caos total, con millones de extranjeros, llegando, y no pagando impuestos, pues es lo que quieren traer más el mal gobierno de Cataluña, y alimentarlos, con los impuestos de los catalanes. Hace falta un buen castigo de Dios, para estos ,malos gobernantes, y los que los apoyan.
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