Ramón Berenguer III, Primer Caballero Templario de España y casado con la hija del Cid.


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Escudo tradicional de la Orden de los Templarios

Ramon Berenguer III, Conde de Barcelona, Girona, Osona, Besalú, Cerdaña, Provenza, Carcasona y Rasés, conocido con el apelativo de el Grande. Nacido en Rodés en 1082 y muerto en Barcelona en 1131. Fue el conde catalán más importante de su época y constantemente luchó contra los musulmanes y los esfuerzos volcados en la repoblación de los territorios reconquistados.

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Ramon Berenguer III, escultura en Barcelona

Durante los primeros años de vida de Ramón Berenguer III, su tío Berenguer Ramón II, conocido como el Fratricida, le negó todo derecho a participar de su padre, pero en mayo de 1085 don Berenguer fue acusado formalmente de participar en la muerte de su hermano. Mientras, se entregó la custodia del joven Ramón Berenguer al obispo de Vich, Berenguer Sunifredo. Pero en la asamblea se decidió además entregar el condado de Barcelona a Alfonso VI de Castilla, lo cual no fue satisfactorio para todos, por lo que al año siguiente hubo una nueva reunión de notables presidida por el linaje de los Cabrera. En ella se determinó entregar la custodia del niño a su tío durante un periodo de once años, después de los cuales debería asociar al trono a su sobrino.

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Escultura de El Cid, en Burgos

Ramón Berenguer III se unió en 1097 a Artau I de Pallars y juntos atacaron Amposta. El año siguiente puso sitio a Oropesa, posesión de El Cid, que había sido acérrimo enemigo del anterior conde, y en respuesta don Rodrigo atacó a los musulmanes de Morvedre, aliados de Barcelona. Con el levantamiento del cerco de Oropesa ambos señores llegaron a un acuerdo y se decidió casar a la hija del Cid, doña María, con el conde de Barcelona; el matrimonio tuvo lugar aquel mismo año de 1098. A finales de año los recién casados viajaron al monasterio de Ripoll; probablemente el Carmen Campidoctoris fue compuesto para esta ocasión.

En 1114 el conde de Barcelona fue nombrado comandante de una expedición organizada por los pisanos y cuyo objetivo era la conquista de Mallorca e Ibiza. En 1118 Ramón Berenguer III encargó al obispo Olegario la repoblación de la comarca y ciudad de Tarragona. Por estos años se consumó la independencia eclesiástica de Cataluña con respecto a las sedes francesas, lo que culminó un proceso de más de dos siglos volviendo a ser sede Primada de Las Españas.

En 1126 es seguro que don Ramón favoreció el establecimiento en Cataluña de la Orden de los Templarios, aunque es posible que el conde se hallase gestionando este asunto desde 1123. Fue una costumbre extendida de los nobles del medievo la de ordenarse caballeros de alguna Orden Militar como medio de asegurarse en el juicio divino las ventajas de que disfrutarían los eclesiásticos. En 1130 Ramón Berenguer III fue ordenado caballero templario y murió un año después.



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6 respuestas

  1. Encuentro una contradicción en total acuerdo con el comentario de Àngel, que me ahorra todo lo que habría de escribir:
    En el primer párrafo pone «constantemente luchó contra los musulmanes» pero en tercer párrafo pone: «en respuesta don Rodrigo atacó a los musulmanes de Morvedre, aliados de Barcelona».
    Muchas gracias por los esfuerzos en pro de la verdad.

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  2. https://www.youtube.com/watch?v=LQaO-fFt0v4&list=WL&index=64&t=0s la historia imperialismo y sus gentes siempre estaran en movimiento que mas da que hizo uno u otro el caso es que el presente o bien dicho futuro inmediato no esta sujeto a añoranzas pasadas o melancolias imperialistas el mundo avanza para bien o para mal … mas que hos pese , y no se que es nazionalismo…!!!????

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  3. Bueno, en general era así, se pasó la vida luchando contra los sarracenos.

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  4. Con todo el respeto, me permito señalar la contradicción entre el subrayado con negrita de «constantemente luchó contra los musulmanes». El propio artículo dice más abajo que el Cid lucho contra el conde y sus aliados musulmanes.
    Deberíamos revisar ciertos conceptos que tenemos demasiado anclados. Hasta bien avanzado el siglo XIII la convivencia interreligiosa fue bastante general. Las guerras y batallas no eran por causa de religión, en general, sino por cuestiones de señorío. El Cid fue el jefe del ejército de la gran taifa de Zaragoza durante mucho tiempo, dirigiendo batallas contra otros señores que la amenazaran, fueran cristianos o musulmanes. Y ese era la tónica general.
    Por lo demás, les aplaudo el esfuerzo en la lucha contra las mentiras y tergiversaciones de los nazionalistas sobre la Historia.
    Disculpen mi intromisión, pero cuanto más nos esforcemos por el respeto a la verdad más fuertemente la defenderemos.

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