Barcelona es la provincia con más islamistas radicales


 

 

Mapa publicado en el libro 'La España de Alá'
El periodista Ignacio Cembrero ha presentado su nuevo libro, ‘La España de Alá’, en el que ofrece nuevos datos sobre la radicalización de personas musulmanas en España e incluye un mapa secreto elaborado por el Ministerio del Interior que señala el índice de radicalización por provincias, con cifras inéditas hasta la fecha.

Barcelona es la provincia con más puntos conflictivos de toda España, 6.168, lo que supone el 18% del total del Estado. Además de en Madrid, este un fenómeno se concentra sobre todo en la costa mediterránea española -Murcia, Alicante, Valencia, Girona, Málaga, Almería- y también en Ceuta y Melilla.

“La causa de la radicalización es que las nuevas generaciones intentan resolver su problema de identidad, muchos no se sienten ni de aquí ni de allí, y lo único que les define es la religión”, dice el autor, quien puntualiza que no asocia el Islam con el terrorismo, aunque opina que “los musulmanes deberían ser mucho más activos en el rechazo de la violencia”.

“El peligro -señala- que acecha a España está por ahora fuera, fundamentalmente en el norte de África, y no dentro, aunque hay que seguir atentos, sobre todo al avance del Estado Islámico en Libia”.

Cembrero también apunta que la población musulmana “sigue aumentando pese a la crisis porque mantienen sus pautas demográficas (más hijos) y porque se reagrupan familiarmente (buscan cónyuge en sus países de origen)”. “Los inmigrantes seguirán viniendo, y hay riesgos con Mauritania y a largo plazo con Argelia, por la caída del precio del petróleo. Las estimaciones de las cifras de musulmanes en Europa hablan del 10,5% de la población en 2035”, explica.

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Categorías:MITES NACIONALISTES / MITOLÓGICAS, POLÍTICA

3 respuestas

  1. Los musulmanes terminarán siendo el «problema» de Europa. Esto suena racista, algo así como lo que los nazis pensaban de los judíos pero no es así. La islamización de Europa a medio plazo no es política ficción, es un hecho y un hecho que no nos interesa en absoluto a los europeos ni a los paises occidentales por ser el Islam radicalmente incompatible con nuestras democrácias.
    La demonizada Marine Le Pen lo tiene muy claro.

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  2. Los políticos que nos están metiendo en este problema, ¿saben realmente lo que están haciendo?
    Quiero decir: si están importando marroquíes y se les financia para que tengan hijos, tengan 4 mujeres, traigan a sus parientes….¿cual es su objetivo?
    Si la población nativa (nosotros), vamos a ser minoría, entre otras muchas,-todo subvencionado con los gastos sociales- ¿qué minoría nos va a gobernar?
    Si la nueva población no estudia ni progresa en su trabajo, es decir, que tributan muy poco o nada, ¿quién va a pagar los gastos sociales?, ¿quién va a pagar las pensiones?
    Porque si cada uno de estos emigrantes contribuye con 10 € al mes o menos para el seguro de jubilación, ¿necesitamos 100 marroquíes solo para que me paguen a mi una pensión de 1000 €?
    ¿y que pasa con los demás pensionistas? ¿necesitan cada uno 100 marroquíes para que le paguen una pensión de miseria?
    Piensen que cada uno de estos marroquíes ahora mismo nos están costando dinero por las subvenciones que se llevan (y que nosotros pagamos)
    Repito: ¿los políticos que nos están metiendo en este problema que antes no teníamos, ¿saben realmente lo que están haciendo?
    Como el Conde Don Julián.
    No aprendemos.

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  3. En realidad, según los expertos en la temática, nos recuerdan siempre que el Islam es de por sí radical y una amenaza contra la democracia. Naturalmente, éste tipo de asuntos polémicos todavía no es aceptado por los políticos masones con las ideas heredadas desde 1978 ; cuando no había el problema inmigratorio que padece no solo España, todo Occidente, de forma masiva, y he ahí, ses uno de los factores importantes para comprender La Gran Crisis Internacional además de las negligentes direcciones de los referidos anteriormente.

    Casi todos los días, nos levantamos con noticias de guías islámicos que recuerdan a sus fieles los valores islámicos, como por ejemplo agredir a una de sus esposas, físicamente, por el mero hecho de no contentar a su esposo islámico. Entre otras exquisiteces de la religión invertido y amanerado, conocido por el insigne experto y docto Llull como ; la religión del Libro.

    Pero, hoy ya residir en algún lugar en concreto no es sinónimo de incremento de posibilidades o estadísticas para cometer un delito grave o crimen en nombre del plagiado Alá cristiano, o del Yavé judío, incluso Abba.

    De todas formas, detectamos desde hace bastante tiempo un enaltecimiento de la promoción de las Fuerzas de Seg. en España, debido entre otros asuntos, a que constantemente previenen delitos de todo tipo y maneras, entre éstos delitos a perseguir el terrorismo ( sea el que fuere ) y, que, eso no es sinónimo de mayor garantía de seguridad, pues podemos intuir que una buenas fuerzas de seguridad no está relacionado con factores exclusivos de alta delincuencia o previsión de ésta, ó mejor dicho : el no haber indicios de delito ( estudios o valoración experta ) no significa que necesariamente un país no posea una perfectas fuerzas de seguridad. Aunque en España, se escatima todavía en asuntos de seguridad, tanto en personal como en materiales para sus profesionales autorizados, y quizás ahí sí pueda elevarse la labor de seguridad con lo que supone las zancadillas a los profesionales del ramo, por parte de los políticos, y algunas veces las leyes — permisivas — y débiles y demasiados garantistas al que comete un delito o futuro infractor de la ley, que a su vez le protege, algunas veces, quizás excesivamente, incluso por encima de las víctimas. Es entonces que la labor de seguridad verdaderamente queda mermada aún siendo la mejor del mundo para el país de España, en nuestra modesta opinión con todo lo expuesto.

    Es indudable que científicamente se pude demostrar que la interactuación de determinadas culturas en suelo occidental ha conllevado el cambio de ritmo de entender la vida habitual o costumbres personales de cada individuo o sujeto en Occidente, sobretodo allí donde hay una masiva confluencia de individuos que en sus propios sistemas jurídicos ( no lo traduzca éstos términos a otros idiomas ya que su significado es erróneo, aparece el término legal ) no le permiten aceptar otra ley que no sea Al-Corán y sus libros auxiliares dentro del Islam con el mismo rango del primero al último. Y que éstos aspectos son ignorados de forma general por los políticos en Occidente, excepto cuando acontece un atentado con su repercusión mediática, etcétera.

    Muchas gracias Somatemps, con ustedes ( o vosotros, a bien ) sí que estoy informado de verdad.

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