Las instituciones y la administración catalanas se caracterizan por pagar unos elevadísimos salarios a sus altos cargos, sin parangón con los sueldos que se pagan en la empresa privada ni en las demás comunidades autónomas ni en los organismos del Estado central.

Un estudio que acaba de difundir la entidad Convivencia Cívica Catalana (CCC) incide en un aspecto que remacha los insólitos privilegios que se han autoadjudicado los próceres políticos de Cataluña. La conclusión es que los diputados del Parlament de Cataluña son, con diferencia, los mejor pagados de España.

Su «salario base» -de 37.330 euros anuales– se ve incrementado automáticamente en función del lugar de residencia del diputado. Si habita en el Área Metropolitana de Barcelona, percibe una «indemnización» suplementaria de 1.543,23 euros mensuales en concepto de dietas y desplazamientos. Esta cantidad aumenta a 2.006,43 euros en el caso de los diputados que viven en un radio de 80 kilómetros del Área Metropolitana. Entre 81 y 190 kilómetros, la indemnización sube a 2.154,04 euros. Y en los que viven a más de 191 kilómetros, a 2.172,28 euros mensuales.

Contrastan estas dietas con las que perciben los parlamentarios españoles en el Congreso de los Diputados. Para los que residen en Madrid, ascienden a 870,56 euros mensuales y para el resto -ya vivan en Segovia o en Almería- a 1.823,86 euros, inferiores a las de sus homólogos catalanes.

Además, la práctica totalidad de los 135 diputados del Parlament de Cataluña, cobran otro «plus» como miembros de la Mesa o por su participación, ya sea como presidentes o como portavoces de grupo, en las 29 comisiones que se han creado esta legislatura. Por término medio, el salario de un diputado catalán supera los 6.000 euros mensuales por 14 pagas.

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