
SE ACABARON LAS VACAS GORDAS.
SIN DINERO NO HAY MOVILIZACIÓN INDEPENDENTISTA.
Algo pasa en el mundo independentista y ellos los saben. Ahora era el momento de las grandes movilizaciones para acompañar la desconexión “democrática” y apoyar al presidente “no electo” in extremis, Carles Puigdemont. Pero el independentismo, sólo consiguió reunir un centenar de personas para acompañar a Homs cuando fue a testificar por el 9N a la Audiencia de Cataluña. El mundo nacionalista no está tocado de muerte, ni mucho menos, pero todo el glamour y esplendor de otros años ya no volverá. El desgaste de un proceso interminable está empezando a pasar factura.
Entrando en números rojos
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), todo un símbolo del independentismo, el motor (hiper-fianciado) de las masas independentistas, está pinchando. Lo que era una plataforma transversal del nacionalismo, acabó en un servilismo al que pagaba: Artur Mas. Ello le ha costado la desafección de buena parte del independentismo radical. Muchos socios, además, tienen la sensación de haber sido utilizados para fines distintos a los perseguidos. Tal es así que hoy, mientras Forcadell cobra 11.000 euros al mes en el Parlament, la ANC se encuentra en una situación próxima a la bancarrota.
La bancarrota se explica en parte por una desbandada de socios. Los últimos recuentos efectuados por la Asamblea Nacional Catalana constatan un descenso del número de socios como consecuencia de las múltiples bajas producidas en el último año y la escasez de incorporaciones. Cada vez hay menos catalanes dispuestos a rascarse el bolsillo para financiar una organización que se ha desvelado como correa de transmisión de los partidos y no de la sociedad.
Esta desmotivación queda reflejada en los impagos de cuotas. No solo hay menos socios sino que los pocos que quedan se muestran reacios a abonar las mensualidades. La lista de morosos aumenta y las finanzas de la ANC se resienten. Han pasado de un superávit presupuestario de 70.855 euros en 2013 a las pérdidas. Actualmente el agujero de la Asamblea asciende a 529.000 euros.
Han pasado de un superávit presupuestario de 70.855 euros en 2013 a las pérdidas. Actualmente el agujero de la Asamblea asciende a 529.000 euros.
Ascenso y declive de la ANC
La ANC se constituyó el 10 de marzo de 2012 en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Carme Forcadell fue elegida presidenta. En junio de ese año, lanzaron la campaña ‘Marxa cap a la Independència’ (Marcha hacia la Independencia), que comenzó en la Seu Vella (Lleida) y concluyó el 11 de septiembre con gran despliegue pirotécnico en Barcelona. Un año después, en 2013, organizaron una cadena humana de 400 kilómetros que, bajo el nombre ‘Vía catalana hacia la independencia’, tuvo notable eco mediático allende nuestras fronteras. Aquellas imágenes marcarían el momento culmen de la Asamblea, que se prolongaría a lo largo de todo 2014.
Sería un año después, 2015, coincidiendo con la llegada del poco carismático Jordi Sánchez como presidente de esta organización en sustitución de Forcadell, que ya había agotado sus plazos de permanencia, cuando comenzaron a vislumbrarse los primeros síntomas de declive. Sánchez carecía del carisma y fuerza de su predecesora y su gestión no tardó en empezar a ser cuestionada por algunos círculos de la propia ANC, que le acusaban de ser una correa de trasmisión de CDC.
Así, con una acentuada división interna y las finanzas hechas trizas, la ANC celebrará su asamblea general ordinaria el próximo 17 de abril en Manresa, donde se fijará la hoja de ruta para el próximo año y se aprobarán unas cuentas que, tal y como se ha comentado, la colocarán en una situación delicada, especialmente si se hace hincapié en la pérdida de apoyo popular.
Según la propia asociación, en enero de 2015 contaban con más de 80.000 socios, de los cuales más de 40.000 lo eran de pleno derecho y pagaban cuota, y otros 40.000 recibían la calificación de colaboradores y simpatizantes. En julio de ese mismo año, al tener que desnudarse con motivo de la consulta interna que hicieron para decidir sobre su implicación en las elecciones del 27-S, la ANC rebajó la cifra a 34.678 socios con derecho a voto. Desde entonces y según las fuentes, la cifra ha seguido menguando.

Lo que consiguió movilizar la ANC para acompañar a Homs a declarar.
Sin ayudas de la Generalitat, porque no hay un euro
No es solo la ANC la que está atravesando por una mala situación financiera. En realidad, es todo el independentismo catalán el que está en quiebra. Las cuentas de la Generalitat son como las de la Asamblea Nacional Catalana, un sumidero. Tras la llamada de auxilio (camuflada de exigencia) de Junqueras a Montoro, el Gobierno Central está poniendo todo su celo en monitorizar las inyecciones de capital que destinan a la Generalitat. Ese dinero no puede ir indiscriminadamente a subvencionar asociaciones como la ANC. En los años de crisis, período 2009-2015, mientras las autoridades catalanas recortaban en gastos de política social, los medios y asociaciones independentistas pasaron de recibir 103 millones en 2009 a 168 millones de 2013.
Ara és hora segadors de gratar-se la butxaca!
Categorías:MITES NACIONALISTES / MITOLÓGICAS
Mire, usted es que esto de la independencia si hay que rascarse el bolsillo, pues que no…….
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Mientras Marranno no les vuelva a dar 1000 millones para seguir la fiesta ……
Que de ese cobarde mexespero todo
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