Estación paralizada desde hace años en el Barrio de Sant Gervasio.

Governem-nos (Gobernémonos), fue el eslogan de campaña de las CUP para las últimas elecciones autonómicas. Aunque visto lo visto, mejor dejegar esa función.

La línea 9 del Metro de Barcelona -actualmente paralizada parcialmente- ha supuesto un conjunto de despropósitos, ineptitudes y corruptelas que han llevado a despilfarrar, de momento, 16.000 millones de euros (un 25% de la deuda que acumula la Generalitat) y eso que el presupuesto inicial estaba presupuestado en 2,500 millones.

El coste que calculó para la línea 9 asciende a 145 millones de euros por kilómetro. La media española en líneas ferroviarias urbanas es de 41,3 millones de euros por kilómetro

Tras 14 años, se ha conseguido inaugurar un tramo que enlaza con el aeurpuerto del Prat. Aunque la línea está dividida por un tramo aún sin construir. De 53 estaciones proyectadas, sólo 23 están operativas.

14 años para esto.

Entre el cúmulo de desporpósitos de esta línea, contamos:

-La licitación del proyecto, en época de Pujol, se liquidó en el tiempo récord de 6 meses. Todo para los amiguetes. No hubo estudios previos o, por ejemplo, Ferrovial donó 1,6 millones a CDC.

-El diseño de las estaciones se encargó a 13 arquitectos de prestigio mundial, entre los que se encuentran el japonés Toyo Ito u Oriol Bohigas. Eran tiempos en los que una endiosada administración creía que debía ser un referente arquitectónico mundial.

-En 2005, se hundía el suelo del Barrio del Carmelo. Todo el trazado hubo de replantearse y pagar indemnizaciones millonarias.

-Las constructoras tienen una concesión de 30 años para su mantenimiento y usufrucructo. La Generalitat paga unos canones anuales por estación … aunque no estén en uso. Así, en estos momentos la «Generalitat está pagando por estaciones que no se usan.

-Como el proyecto faraónico de la Generalitat era insostenible, entró el capital privado que le impuso a la Generalitat unas condiciones muy favorables para sus intereses.

-En 2008, el proyecto se paraliza ante unos costes insoportables para las finanzas de la Generalitat.

-El ingeniero Ivan Deiros comparó en su tesina de final de carrera el coste por kilómetro de la línea 9 con el de otros sistemas de metro del mundo. El coste que calculó para la línea 9 asciende a 145 millones de euros por kilómetro. La media española en líneas ferroviarias urbanas es de 41,3 millones de euros por kilómetro.

-El tramo central sigue paralizado. Sólo retirar las grúas de las estaciones paralizadas, costó 7 millones de euros.

-Se calcula (de forma muy optimista), que hacen falta 1000 millones para acabar las obras. Y no hay un duro. Por eso ahora se pretende extorsionar al Ayuntamiento de Barcelona. Pero esto liquidaría todas las cuentas saneadas del mismo.

Estación del Camp Nou

Governem-nos!

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