Ha salido el resultado que nadie quería que saliese. Básicamente porque habrá que trabajar mucho para que cada partido consigan sus objetivos y no están para muchos trotes. Con una mayoría clara y un gobierno estable, a través de un pacto de gobierno, cada pieza sabría cuál es su lugar en el tablero de juego. Pero ahora hay que empezar una partida y nadie sabe siquiera qué ficha le ha tocado. Habrá que trabajar y pensar mucho y los diputados no están acostumbrados a esto. Resaltemos unas reflexiones:

1. Si claramente el PP y Ciudadanos hubieran sumado, CDC y ERC empezarían a preparar su choque de trenecitos con ayuda de la izquierda. Pero ahora no sabe contra quién tienen que chocar.
2. En Cataluña, ya se puede disimular todo lo que se quiera, pero la vieja CDC ha quedado cuarta fuerza política y eso es simplemente un fracaso absoluto. Un fracaso que la debilita. La CUP, alegando que el voto masivo en Cataluña ha sido de izquierdas y antisistema, acaba de lanzar un comunicado insistiendo que Mas no puede jugar esta partida. Es un peón desechable.
3. El gran éxito-fracaso ha sido el de Ciudadanos. Éxito porque pasar de cero diputados a 40 no está mal. Pero eso lo hacían los 600 de mi época: pasaban de o a 40 en un minuto. Fracaso porque las encuestas les daban casi 70 diputados y esa tajada es la que se ha llevado podemos. Se anunciaba que el cinturón rojo de Barcelona se convertiría en naranja, pero ha pasado a lila.
4. El fracaso de Ciudadanos tendrá muchas razones y ellos han de investigarlas, pero creemos que hay una fundamental. En la campaña mantuvieron una deriva de su discurso hacia la izquierda, sin contar que tres de cada cuatro de sus votantes venían del PP y uno del socialismo. Lo malo de ser de centro, es que siempre desencartas a alguien.
5. Los que pensaban que el bipartidismo había muerto y que los nacionalistas ya quedaban desplazados del tablero parlamentario, se han equivocado de pleno. En estos momentos la única aritmética que sale es: PSOE+Podemos+partidos nacionalistas. Una bomba de relojería. Siendo más débiles, el nacionalismo tiene máss llaves que nunca para negociar la gobernabilidad.
6. La estrategia del PNV (que es la que debía haber seguido CDC) ha sido la más exitosa: ha barrido a Bildu y Podemos ha ocupado ese espacio. El pragmatismo del PNV les ha llevado a la proclamación constante de su soberanismo, pero en ningún momento a practicarlo. Con el cupo vasco se vive demasiado bien como para ponerlo todo en peligro.
7. Los demócratas de toda la vida estarán contentos. Estamos en vísperas de unas nuevas elecciones en Cataluña si no se llegan a pactos, unas nuevas elecciones generales si no se llegan a pactos, y posibles traumas colectivos si se alcanzan los pactos.

¿Quién dijo que la política era aburrida?

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