Yo si soy sincero tengo que decir que para mi dicha bandera no es tal, sino algo parecido a un trapo simplemente.
De hecho, he dejado de ir al fútbol, me he desinteresado desde hace mucho tiempo, ya que está todo politizado, y se ha perdido el ambiente que nos dimos todos los españoles desde 1978, donde se podía expresar con sentido humano y auténtico respeto y libertad de expresión alguna disconformidad, rivalidad, etc.
Pues si yo pago una entrada para disfrutar de un evento deportivo o no, nadie me puede decir que tengo que decir o no, y si en las previas normas para acceder se reglamenta la forma de acceder y no estoy de acuerdo, simplemente no voy más.
Es curioso, al menos, ver que cánticos contra los jugadores rivales pueden ser sancionados, sobre todo si los cánticos van dirigidos a jugadores rivales del equipo visitante, que es de color o de raza negra, y los comités de disciplina sancionan al club local — tenga culpa o no — de hechos difíciles de prevenir.
Pero esos comités se olvidan que en el equipo local, hay, también judadores..
¡¡¡¡ de color !!!! ( negros, naranjas, amarillos, verdes, etc..)
Y son éstos ídolos para la gente del equipo local, y sus hinchas locales.
Sin duda, estamos saturados de populismo, de forma institucional, como juego político aceptado y que nadie observa éstos análisis críticos expuestos de forma rápida y sencilla en forma de ejemplos para una buena comprensión.
Así, yo en mí casa diré todos los improperios que existan o puedan inventarse, diría alguien en ese análisis, de forma cómoda, mientras degusto un aperitivo, y aplaudo o no, a otro jugador de color, negro, o sabe Dios, según mi afinidad, actuación o aportación al encuentro, pero siempre de mi equipo. Y cuando lo fiche otro equipo, dejará de ser mí ídolo, y según tenga el día, en similar situaciones, lo desaprobaré o si hace méritos para ganar a mi equipo reconoceré su aportación al fútbol.
Pues, si desde los estamentos deportivos, desde quienes nos tienen que garantizar las leyes y su cumplimiento no se preocupan por los ataques a España, la gente creerá que hace bien, y no es algo malo, sobre todo en una final de un trofeo que lleva el nombre del capitán de los Ejércitos de España : S. M. R.
Y en esos casos, se debería de multar con la no participación en esos eventos de clubes infractores al menos durante 10 años.
En otras competiciones, con la pérdida de puntos, y multas millonarias, y así de ésta forma rascando el bolsillo duele pero se respeta mucho más.
De hecho sólo debería de permitirse las banderas de España oficiales y de los equipos competidores en cualquier espacio deportivo.
Así de sencillo, y en mí opinión, libre, personal.
Yo si soy sincero tengo que decir que para mi dicha bandera no es tal, sino algo parecido a un trapo simplemente.
De hecho, he dejado de ir al fútbol, me he desinteresado desde hace mucho tiempo, ya que está todo politizado, y se ha perdido el ambiente que nos dimos todos los españoles desde 1978, donde se podía expresar con sentido humano y auténtico respeto y libertad de expresión alguna disconformidad, rivalidad, etc.
Pues si yo pago una entrada para disfrutar de un evento deportivo o no, nadie me puede decir que tengo que decir o no, y si en las previas normas para acceder se reglamenta la forma de acceder y no estoy de acuerdo, simplemente no voy más.
Es curioso, al menos, ver que cánticos contra los jugadores rivales pueden ser sancionados, sobre todo si los cánticos van dirigidos a jugadores rivales del equipo visitante, que es de color o de raza negra, y los comités de disciplina sancionan al club local — tenga culpa o no — de hechos difíciles de prevenir.
Pero esos comités se olvidan que en el equipo local, hay, también judadores..
¡¡¡¡ de color !!!! ( negros, naranjas, amarillos, verdes, etc..)
Y son éstos ídolos para la gente del equipo local, y sus hinchas locales.
Sin duda, estamos saturados de populismo, de forma institucional, como juego político aceptado y que nadie observa éstos análisis críticos expuestos de forma rápida y sencilla en forma de ejemplos para una buena comprensión.
Así, yo en mí casa diré todos los improperios que existan o puedan inventarse, diría alguien en ese análisis, de forma cómoda, mientras degusto un aperitivo, y aplaudo o no, a otro jugador de color, negro, o sabe Dios, según mi afinidad, actuación o aportación al encuentro, pero siempre de mi equipo. Y cuando lo fiche otro equipo, dejará de ser mí ídolo, y según tenga el día, en similar situaciones, lo desaprobaré o si hace méritos para ganar a mi equipo reconoceré su aportación al fútbol.
Pues, si desde los estamentos deportivos, desde quienes nos tienen que garantizar las leyes y su cumplimiento no se preocupan por los ataques a España, la gente creerá que hace bien, y no es algo malo, sobre todo en una final de un trofeo que lleva el nombre del capitán de los Ejércitos de España : S. M. R.
Y en esos casos, se debería de multar con la no participación en esos eventos de clubes infractores al menos durante 10 años.
En otras competiciones, con la pérdida de puntos, y multas millonarias, y así de ésta forma rascando el bolsillo duele pero se respeta mucho más.
De hecho sólo debería de permitirse las banderas de España oficiales y de los equipos competidores en cualquier espacio deportivo.
Así de sencillo, y en mí opinión, libre, personal.
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Y encima utilizan crios para adoctrinarlos……. Que pena de niña
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