CUP fuerza la máquina para lograr que la declaración separatista se apruebe antes del debate de investidura mientras niega la mayor y se aferra a que no apoyará a Mas en ningún caso. Descartan la desobediencia de sus diputados, incluso la del escritor Julià de Jòdar, que es el único «cupero» que se muestra partidario de votar a Mas.
A los diez diputados del partido antisistema, referente batasuno en Cataluña, no les importan las leyes y mucho menos el reglamento de la cámara regional, así que aunque no se cumplan ni plazos legales ni normas parlamentarias, Antonio Baños, Benet Salellas y Anna Gabriel (el trío que dirige las maniobras y negociaciones de la formación) están empeñados en que la sesión en que se proclame el «estado catalán independiente en forma de república» sea el próximo viernes 6 de noviembre, tres días antes de que comience el debate de investidura.
Categorías:POLÍTICA

Yo quiero que David Fernández le tire un zapato o una chancla a Artur Mas. Solo por ver el careto que pondría el trilero, ya valdría la pena.
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