Caudillo punk


Somatemps

Amarga vejez están teniendo los antiguos jóvenes progres españoles y europeos del periodo 1968-1975, hoy entre los 70 y 85 años, a quienes la Providencia parece estar castigando obligándoles a ver antes de morir el derrumbe de sus ideales, la resurrección del «fascismo» y la traición de sus propios nietos hacia ellos. Lo último que se esperaban ver en aquellos momentos era que sus nietos acabaran siendo admiradores del Caudillo.

Hace poco el trasnochado cantante Miguel Ríos comentaba precisamente eso, que lo último que esperaba ver de joven es que 50 años más tarde los falangistas marcharían por las calles imponiendo su ley (se refería a los jóvenes que hicieron salir corriendo recientemente en Vitoria al lumpen proetarra el pasado 12 de Octubre). Y no hace mucho trascendió, por ejemplo, que los propios cuadros del PSOE en Andalucía advierten a sus líderes de que los hijos y nietos de sus votantes de los años 80 ahora votan a fuerzas como VOX.

Y es que lo imposible se está materializando ante nuestros ojos. Hoy el pasado autoritario se antoja una utopía de libertad, paz, prosperidad y felicidad para un cada vez mayor número de jóvenes que han redescubierto el patriotismo español, despreciando cada vez más estúpidos separatismos y que han recuperado los valores de la identidad. Jóvenes que aborrecen crecientemente el falso paraíso globalista y woke en que el que ha derivado la izquierda socialdemócrata tras el hundimiento del comunismo clásico en Europa. Jóvenes sí que, escuchan «reggaeton», pero que no son ni mucho menos idiotas.

Un supuesto paraíso progre en el que resulta imposible el acceso a la vivienda («No tendrás nada y serás feliz»), la precariedad laboral es mayor que nunca, la propia comida es cada vez más inaccesible, y donde el Estado y las Comunidades arrebatan a la gente hasta la propia vivienda que adquirieron los padres de uno con su trabajo, con impuestos confiscatorios, como el de Sucesiones, y no hay seguridad en los barrios por la avalancha globalista. Eso sí, para las «Paquis» del poder hay tarjetas del Corte Inglés ilimitadas, pingües negocios, y la vida son vacaciones permanentes en hoteles de lujo por el mundo y en palacios gratis total.

¡Y se extrañan de lo que pasa!. Estos fueron los resultados en un programa de televisión de una encuesta sobre la opinión de la gente en España sobre el franquismo, después de 50 años de democracia y «libertad» y tropecientas leyes de «Memoria» y adoctrinamiento escolar. Y son los resultados que admiten. Como serán los auténticos datos… En definitiva, triste final para muchos miembros de una generación que quiso «cambiar el mundo» y que ya empieza a desaparecer.



Categorías:HISTORIA, POLÍTICA, TRIBUNA

3 respuestas

  1. A Miguel Ríos no le fue tan mal en rl Franquismo, Llevas 70 años cantando las mismas canciones, ¡pesao!

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  2. Je je je… Como el Cid, Franco ganando batallas después de muerto.

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  3. Es normal, la ley del péndulo, los hijos del Régimen, con mayúsculas, muchos militan en partidos zurdos o separatistas, y los hijos de estos empiezan a colaborar o por lo menos pensar con movimientos de carácter nacional. . . .

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