María José Ibáñez Rodríguez

Quién tiene la culpa de lo que le ha pasado en Hortaleza a una niña de catorce años, violada en el Parque de Isabel Clara Eugenia a las dos de la mañana.
Una niña herida y medio desnuda que encontró la Policía Nacional, después de haber sido alertada por una mujer que escuchó sus gritos desgarradores.
¿Tiene la culpa el delincuente marroquí de diecisiete años, captado por las mafias inmigracionistas, probablemente a partir del pago de una seria cantidad de dinero, que viene a España a seguir malviviendo, hacinado en un Centro de Menores sin las más mínimas condiciones humanas?.
¿Los educadores encargados de su custodia que, día sí y día también, reciben agresiones por conflictos que se generan dentro de esos centros y que en la mayoría de los casos son educadoras que no los pueden controlar?
¿ Los tres chicos agredidos por dos encapuchados que se toman la venganza por su cuenta, porque ya están hartos de una situación de inseguridad que se vive en un barrio marginal en el que ellos han intentado vivir en paz toda la vida?
¿Quién tiene la culpa? Los ciudadanos que se manifiestan frente al centro y se solidarizan con la pobre niña violada, ya que no hay nadie que lo haga, ni siquiera ese Ministerio de igualdad que tanto se vanagloria de defender a las mujeres. Ah, bueno, es que no es una mujer, es una niña y, claro, el violador es un “migrante” y queda cutre reseñarlo.
Quién tiene la culpa, ¿ la Delegación del Gobierno que después de recibir treinta y siete expedientes de menores remitidos previamente por su imposibilidad de integración, no ha iniciado ningún procedimiento de reunificación familiar?
¿Los españoles de bien que se manifiestan delante de ese centro para apoyar a la niña y denunciar la inseguridad en sus calles?
Quiénes son los más culpables, ¿los que exigen que se cumplan las leyes de extranjería y que se protejan nuestras fronteras por las Fuerzas de Seguridad del Estado, como corresponde a cualquier territorio que así quiera ser llamado?
¿Quiénes son los culpables de esa violación de otra niña inocente?

Pues como nadie me va a responder, voy a decirlo yo. La responsabilidad la tienen la política inmigracionista que nos obligan a aplicar las élites globalistas que favorecen a las mafias que comercian con vidas humanas en el Mediterráneo, que son aplaudidos y subvencionados por la mayoría de los gobiernos europeos y que tiene en España la puerta principal por la que entra ese tráfico humano tan lucrativo social y económicamente hablando.
Y más preguntas. ¿Dónde está el odio, por favor? Que alguien le explique a esa niña el cuento de un mundo en el que los lobos vienen disfrazados de corderitos y los piratas son los buenos, mientras roban a la pobre gente que arrancan de sus propios países para después amontonarlos , a sabiendas de que no pueden ser atendidos como necesitarían. Porque donde debe estar un menor es con su familia y si alguna ayuda se les debe dar es a ellas, que no pueden mantener ni controlar a sus hijos. Ayudas que no solamente deben aportar los países que han contribuido a su empobrecimiento, sino los propios gobiernos que tan felizmente los borran de la realidad cada día un poco más y los entregan al mejor postor.
A mí que no me cuenten más cuentos, que ya no me los creo. Y, esa pobre niña, tampoco.
Desde el fondo de mi corazón, mucho ánimo, saldrás adelante como tantas otras, no te rindas. Lucharemos por ti con todo nuestro amor. Y esto no es cuento.
Categorías:GLOBALIZACIÓN, TRIBUNA, DECADENCIA OCCIDENTAL
adelante patriotas¡¡ no desfallezcais¡¡ vox s la solucion¡¡¡
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No solo son culpables los politicos que han permitido la invasion , si no sus cretinos votantes , que son tan cretinos que aun les seguiran votando ignorando los tontainas que ellos tambien sufriran las consecuenciias y seran victimas de una u otra forma , asi que si no le damos la mayoria a VOX , que nadie se queje de que la delicuencia ira a mas y mas .
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A pedrito y asociados les importa una mierda, pues la víctima no es su hija.
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precioso, Mariajosé, palabras como puños, como estallido de l’ús en el torpor de una sociedad atontada todos víctimas de Un juego perverso que tiene que acabar ya.
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