Axel Seib
En ocasiones las RRSS sorprenden para bien. No todo es ver abusos e impunidad de gente que en cualquier otro momento y lugar, no habrían servido ni de árbol en una obra de teatro de primaria. A veces sorprende que de la demacrada sociedad que ha sido tomada al asalto por toda clase de parásitos con diferentes cotas de poder, salga un sujeto que quiere poner orden y actúa en consecuencia. Y la acción de los justos es lo que debemos apreciar en nuestra sociedad. Así aparece un joven que se hace llamar Jan sin miedo. Conocido por algunos vídeos en que completamente solo y «armado» únicamente con uno de esos anémicos espráis de defensa, hace frente a hordas de aquellos «pacíficos jóvenes» que suelen estar merodeando y buscando a quién pagarle la pensión. O algo parecido.
Jan sin miedo, Pimientaman, el gaseador de Barcelona o el terror de los amegos, como se le quiera llamar, me recuerda aquella épica frase de «El caballero oscuro»: «No es el héroe que nos merecemos, pero si el que necesitamos.».
Es difícil merecer que un joven nos muestre el camino para defendernos y acabar con la impunidad de los criminales con los que han llenado nuestras calles. Y es difícil porque nuestra propia sociedad ha provocado esa situación. Si, políticos, instituciones, lobbies, asociaciones y otros muchos clubs de gente deplorable son los primeros responsables. Pero sin la pasividad de nuestra sociedad, jamás lo habrían tenido tan fácil. Por ello digo que Jan sin miedo es un héroe que no nos merecemos. Porque debemos hacer un acto de introspección y ver que a gente de su edad no les deberíamos haber dejado ese rol de defensor enmascarado. Ese enmascarado que nos enseña a defendernos de hordas de matones que no pesan ni 30 kilos en mojado pero van con armas blancas con total impunidad mientras se creen dueños de nuestras calles.
Pero ciertamente es alguien que necesitábamos. Necesitábamos ver que aún hay posibilidad de impartir justicia, de recuperar nuestras calles y nuestra seguridad. Necesitábamos ver que se puede y debe hacer frente a esa plaga de delincuentes tan roñosos como altivos. Porque por algún motivo a las peores criaturas les brota la mayor soberbia. Síndrome de chihuahua rabioso. Se les podría callar con un soplido, pero por estar tan protegidos por su dueño y por la falacia de que la agresividad de un mediocre debe ser consentida, no se les hace nada. Jan sin miedo rompe esa regla y ese miedo que nos han insertado las instituciones responsables de que hayan acuchillamientos cada día.
Algo tan sencillo como hacer uso de ese ridículo recodo de defensa que nos permite la legislación. Un pequeño espray de defensa homologado. Porque es la última cosa que el estado nos dejó para defendernos. Tener un llavero de acero y forma alargada que nos sirva para endurecer el puño, es delito y nos pueden hacer la vida imposible por ello. Pero para hacer frente a esa chusma que se surte de toda clase de armas blancas, parece que faltan medios. Es broma, faltan ganas. Porque no hay ninguna intención de poner coto a los delincuentes. Por eso es de admirar que un joven imponga un poco de justicia, defensa y dignidad a nuestras maltrechas calles y mentes.
Aunque me temo que el gobierno o cualquier tentáculo próximo, tarde o temprano, pretenda prohibir también los espráis de defensa. Como siempre «por nuestro bien y seguridad». Eufemismo que siempre significa «la policía no te defenderá pero te castigará mientras te quito tu última opción de defenderte de gente a la que le permito todo».
Aunque no estaría mal que lo prohibiesen, quizás así, alguno más comprendería que al Pedro promedio le importa entre nada y menos nuestra seguridad. Le importa que la violencia sea unidireccional y siempre contra nosotros. Y un joven enmascarado que se defiende de hordas de amantes de los cigarros, es un peligro. Porque hace pedagogía de todo aquello que podemos y debemos hacer. Y lo último que quieren los que gobiernan, es seguridad para la gente honrada. Porque cuando hay seguridad y paz para la gente humilde, reclaman cosas importantes. Y la cuestión es tenernos ocupados intentando no ser apuñalados por ir en el vagón equivocado o salir de nuestra casa a deshoras.
Mientras estemos ocupados intentando mantener nuestra vida y la de la nuestros seres queridos, no somos un problema. Si conseguimos seguridad y echar de nuestros vecindarios a toda la escoria, si que somos un problema. Porque nos alzamos contra la injusticia y contra el crimen. Porque reclamamos nuestro espacio, el de nuestras familias y de nuestros vecinos. Porque demostramos que estamos dispuestos a defender lo más importante. Y eso pone en jaque a un estado que quiere el monopolio de la violencia, pero jamás contra sus cachorros y socios. Y cuestionar al estado que nos humilla y somete pero protege a nuestros agresores, es de extrema derecha. O peor aún, de sentido común. PD. He llegado a leer a gente que le desea lo peor y sostiene que Jan sin miedo va provocando. Y tienen razón. El no agachar la cabeza es provocar. La defensa es provocación. Vivir en tu barrio de toda la vida es provocación. Pasear es provocación. Y no tener un cigarro. Y respirar. Bueno, que la gente decente exista ya es una provocación. Todo acto de dignidad y sentido común es provocación para gente mermada. Pero no nos debemos a ellos. Si nos debemos a alguien, es a todos aquellos que lucharon por darnos un lugar en el mundo al que deberíamos poder llamar hogar. A los que construyeron nuestros techos e intentaron legarnos algo mejor que lo que ellos recibieron. A los que quisieron con toda su alma que vivamos en paz y seguridad. A los que querían que pudiéramos pasear con libertad por nuestras calles. Y, también, ya hoy, a sus nietos. Los pequeños héroes como Jan sin miedo, que luchan para impedir que nos terminen de arrebatar aquello por lo que tanto lucharon nuestros padres y abuelos.
Alucino con la entrevista y con el personaje. (Que peligro tiene España de tener gente como tú) hablas como si supieras de «todo»y encima lo ejerces a tus anchas…juez, politólogo… hablas de lobies… (Leete lo que es un lobby y analiza si no estás dentro ya)
En resumidas cuentas:
Se te olvida lo más importante: ser ciudadano, estás fallando en tú único deber. Deja que los demás hagan su trabajo, no eres el salvador de nadie. Intenta ser tu propio salvador 🙏
Me gustaMe gusta
Al anonimo que dice que este texto es basura… cuando quieras te invito y nos vamos juntos a las vegas a las 10 de la noche. CUANDO QUIERAS!!!
Me gustaMe gusta
Que basura de texto. Ese tal Jan Sin Miedo es un fascista confeso que de manera cobarde se encapucha para atacar migrantes o minorías étnicas alentando la xenofobia. Y todavía este medio basura blanquea su imagen cuando ya ha recibido innumerables denuncia por discursos de odio.
Me gustaMe gusta
No moleste, rojo de mierda
Me gustaMe gusta
Vete a cagar, puto rojo!
Me gustaMe gusta
manipulador mentiroso
Me gustaMe gusta