Los villancicos sobreviven a la cancelación


Rafael María Molina

Hemos visto en las recién terminadas fiestas navideñas como algunos de sus elementos más entrañables y clásicos, estrechamente vinculados a la esencia cristiana de las fiestas, como los Belenes y Nacimientos, eran en gran medida eliminados de programas y anuncios de televisión. También los villancicos sufrían de nuevo un claro intento de cancelación en los medios de comunicación y en la esfera pública y política, paralelamente al intento de vaciar la Navidad de su significado eminentemente cristiano.

Hoy aquellos anuncios tan entrañables como el de las muñecas de Famosa son imposibles de ver en televisión por no ser suficientemente «multiculturales». Igualmente y debido al atemorizado sometimiento de la mayoría de empresas a los dictados del poder es casi imposible ver Nacimientos en los anuncios o personas cantando villancicos, nuestros queridos villancicos tradicionales de toda la vida.

En el caso de los Nacimientos y pesebres en la calle ha sido especialmente infame lo ocurrido con el de la plaza de San Jaime, de Barcelona, sustituido por el ayuntamiento por una amorfa estrella explícitamente no cristiana. En otras ciudades de España aún se mantienen los belenes públicos, aunque claramente amenazados

En cuanto a los villancicos lo mismo ocurre. Hace escasas fechas desde un edificio turístico del centro de Barcelona se cantaban y  ponían supuestas canciones navideñas; pero si uno se paraba a escuchar no se oía ningún villancico tradicional de los de toda la vida en castellano o catalán, si no por el contrario canciones anglosajonas, la mayoría de ellas sin ninguna relación con lo que se celebra en la Navidad (incluyendo «Bohemian Rhapsody» de Queen)

Sin embargo, los villancicos sobreviven. A pesar de los intentos por cancelarlos mucha gente los canta en su casa en las celebraciones familiares navideñas; no faltan jóvenes que los cantan  dentro o fuera de las iglesias, se editan discos de villancicos y las visualizaciones en internet de los villancicos más populares como Campana sobre Campana, Los peces en el río o algunos que no eran muy conocidos en España pero que se están popularizando como el del Burrito sabanero, se cuentan casi por millones. Aunque ahora sea casi imposible oírlos en televisión muchas personas los buscan y se los enseñan a sus hijos.

El acervo tradicional de villancicos españoles, llenos de devoción, es muy abundante y de hecho, no sería incorrecto decir que los villancicos son las auténticas canciones populares españolas. Así pues los villancicos son parte de nuestra alma. No dejemos que los cancelen.



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1 respuesta

  1. Avatar de Desconocido

    Totalmente de acuerdo con este articulo.
    Solo quiero añadir que el UNICO presunto villancico que hemos escuchado machaconamente
    en los diversos medios audio visuales sea la charranada venezolana que «canta» el ricitos de oro, lo del «Burrito sabanero», que evidentemente NO me agrada nada.
    Mal,muy mal, va España para cuando se propaga una cancioncilla sudamericana para suplantar nuestros bellisimos y verdaderos villancicos españoles.

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