
El debate del verano y el relato de afrentas más enconado, sin duda, ha sido y está siendo el despotricamiento por parte de la derecha contra la inmigración ilegal proveniente de norteáfrica y el mundo subsahariano, opuesta a la defensa por parte de la izquierda de una política de fronteras abiertas, acogimiento e “integración” para todas las almas errabundas en este mundo cruel. Como era de prever, el presidente Sánchez ha dejado fuera de juego a los suyos, y en realidad a todo el mundo, proclamando durante su gira africana (29/08/24) que “la inmigración ilegal es un horror”, e insistiendo en la necesidad de expulsar de España a los ilegales. Ya mismo se nos hace de Vox, lo cual no tendría nada de particular porque este menda, con tal de no ponerse en contra de la opinión pública ni perder su chollo es capaz de cualquier cosa.
El detalle que considero revelador sobre cómo se manipulan las ideas por parte de las élites y sus aliados de la izquierda dominical es la eficiencia con que han centrado la polémica sobre la cuestión migratoria: sólo parece interesar a estos efectos la que nos llega ilegalmente y desde el sur. Para la derecha, si nuestra derecha patria tuviese más línea política que instinto reactivo, la tarea sería revertir esta falacia y plantear con seriedad el verdadero debate: qué inmigración necesitamos (en el caso de que así fuese) y qué políticas concretas deben aplicarse para favorecer la inmigración y acogimiento de nuevos españoles con origen en hispanoamérica, que es nuestro venero natural, histórico y cultural de intercambio migratorio.
Son más de dos millones, la mayoría llegados de Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina, República Dominicana, Cuba… Todos hablan nuestra lengua, la mayoría son católicos, se formaron en la escuela estudiando libros de texto muy parecidos a los nuestros, los códigos legales de sus países de origen se fundamentan en el derecho romano igual que las leyes españolas, su cultura es la misma y, también la mayoría, llegan muy escarmentados de los experimentos socialistas en su entorno nacional y, por extensión, continental. No tienen que integrarse porque son nuestro espejo al otro lado del Atlántico; son personas con una acendrada cultura del trabajo y el compromiso familiar, no vienen en busca de “pagas” sino de empleos dignos; son pacientes, tenaces, esmerados en el cumplimiento de las obligaciones laborales, cívicas y administrativas que les impone su estancia en España. Son, como diría Marcelo Gullo, “los españoles de América”, pero encuentran mil dificultades de todo tipo para instalarse y desarrollar su proyecto de vida en nuestro país.
La materia es amplia y compleja, y es decisiva. Francia está llena de argelinos, marroquíes y otras gentes del Sahel porque su devenir histórico y la “grandeur” de su francofonía así lo han determinado; el Reino Unido tres cuartas de lo mismo con su Commonwealth… Aquí, como siempre, el disparate, la paradoja anti-histórica de que España, en igualdad de circunstancias con estos países (y otros de la UE), en vez de plantearse como elemento fundamental de sus políticas migratorias la mirada hacia nuestro ser civilizacional americano, se ocupa principalmente de desgarrarse en la polémica por la inmigración musulmana; es como si hubiésemos renunciado no solamente a nuestra historia como nación sino, directamente, a nosotros mismos como gente que habla español y desciende de quienes llevaron el idioma español y la cultura española a medio mundo. Resulta que, en contra de toda lógica, otra vez el problema es el islam.
Las concentraciones, hace un par de semanas, de decenas de miles de venezolanos y otros hermanos de hispanoamérica en protesta por el fraude electoral en Venezuela, nos da la pista —yo creo que concluyente—, al tiempo que muestra el auténtico cauce por el que habría que reconducir esta cuestión: la inmigración hispanoamericana, en general, está en contra de las dictaduras y especialmente en contra de las tiranías socialistas, que son las que depredan actualmente el continente; la inmigración musulmana no tiene exacta noción de lo que sea la democracia y, desde luego, nuestra democracia les importa un bledo y no sólo les importa un bledo: están decididos a suplantarla por una teocracia islámica en cuanto tengan oportunidad.
Por qué se fomenta esta inmigración del Corán, las mujeres con velo y los rezos en la calle, en detrimento del desarrollo y progreso de la inmigración americana, es un problema que sólo tiene una solución: hay que volver a mirar a nuestro ser expandido en su realidad histórica civilizadora. Igual que Winston Churchill, en la hora más oscura de resistencia ante el nazismo rampante, movilizó el idioma inglés en defensa de la causa británica, nosotros, españoles del siglo XXI, en la hora más oscura ante el imperio woke y el saldo de nuestra nación para dejarla en manos de quien la quiera ocupar, deberíamos ir pensando en movilizar el idioma español y a los españoles de un lado y otro del océano. Todos, a un lado y otro de las aguas y sobre todo en el ámbito común del territorio español, tendrían mucho que decir en estos tiempos de zozobra para todos.
No sé si se me entiende. Quizás lo que nadie va a entender es lo que implica “movilizar”. Hay un argumento, por ejemplo, de principio: ¿Por qué los cubanos, venezolanos, colombianos, encuentran mil dificultades para asentarse en España en tanto que los marroquíes sólo necesitan una bañador y unas chanclas y decir que tienen menos de 18 años? Sería un buen comienzo. A ver si alguien de por ahí arriba, en los inmaculados cielos de la política, se entera y se pone a la faena. Léanlo otra vez: o movilizamos el idioma español y la civilización hispana o estos tiempos de iniquidad globalizada acabarán en mezquita. Y no hay otra.
José Vicente Pascual
Categorías:ISLAMIZACIÓN
Desde septiembre del 2017 (es decir, desde hace ya siete años), ayudo mensualmente a unos 4.000 inmigrantes hispanoamericanos a buscar empleo en el Área Metropolitana de Barcelona. Lo hago de manera altruista.
Muchos no tienen papeles. Yo les digo cómo pueden regularizar su situación en España. Les recomiendo abogados especializados en extranjería.
Y siempre les digo: «cuando obtengas la nacionalidad española, acuérdate de votar a Vox. Vox ama España e Hispanoamérica. En Cataluña (España) quieren eliminar la lengua española. Jamás permitas que un musulmán te quite un puesto de trabajo. Muchos niños han nacido aquí, pero son hijos de marroquíes. Tienen una cultura 100 % incompatible con nuestra cultura europea. Aprenden catalán en la escuela. E, incluso, son adoctrinados con el independentismo catalán. Las empresas -sobre todo, las empresas indepes- prefieren contratar a una mujer con burka que habla en perfecto catalán que a una chica guapa e hispanoamericana que no sabe hablar catalán. Quieren evitar las reseñas negativas en Google, del tipo «la dependienta no me atendió en catalán», escritas siempre por clientes indepes intolerantes con la lengua española.»
Tras los atentados yihadistas del 17 y 18 de agosto del 2017, y antes del golpe de Estado («Butifarréndum») del 1 de octubre del 2017, decidí ayudar a todos los inmigrantes hispanoamericanos del Área Metropolitana de Barcelona. Lo sigo haciendo, evidentemente.
Cada día descubro ofertas de empleo en los escaparates de muchos comercios. «Se necesita dependienta», «Se necesita camarera», etc. Siempre en femenino. Lo cual es ilegal y denunciable. Debería poner «dependiente/-a» y «camarero/-a». Hay muchísimo edadismo: «de entre 18 y 25 años de edad». Esto también es ilegal y denunciable.
Si publicas un anuncio en Internet de «Busco empleo», no te va a escribir absolutamente nadie. En todo caso, solamente te escribiré yo para decirte: «en tal restaurante necesitan un cocinero o un ayudante de cocina».
Las empresas no miran anuncios de «Busco empleo». Las empresas también se anuncian en Internet. Pero eres tú quien tienes que enviar tu currículum al correo electrónico de la empresa. Eres tú quien te tienes que mover, andar los kilómetros que hagan falta, mirando escaparates de tiendas, cafeterías, restaurantes… Andar es lo mejor que existe.
Realmente, los españoles no queremos determinados empleos. ¿Trabajar en el campo? La agricultura es para los inmigrantes. Así de claro lo digo.
Como no nace nadie (sobre todo, en Cataluña), ya no hay anuncios de «Cuido niños pequeños», sino «Cuido ancianos. Y me da igual si tengo que cuidar a un monje budista de 214 años de edad.»
Esto también lo hago para fastidiar a todas las empresas indepes. Una avalancha de currículums de personas hispanoamericanas para trabajar en la ANC y en Òmnibus Incultural. XD
Me gustaMe gusta
Hay sucesos que no son noticia. Por eso, la importancia de hacer un vídeo con el móvil y enviarlo a todos los medios de comunicación. Pero, antes de grabar el vídeo, siempre hay que llamar inmediatamente a la policía. «Soy testigo de un robo con fuerza, de una pelea, etc.»
La mayoría de los medios de comunicación evitan mencionar las palabras «marroquí», «argelino», etc. Claro, con la estúpida excusa de «la estigmatización y la marginación social de los colectivos vulnerables». Que si esto es «delito de odio» (sic), que si… ¡Pamplinas!
Ya sabemos quiénes son. Los de siempre.
Recomiendo el canal de YouTube «Divergente Digital». Quien habla es un youtubero tinerfeño.
Canarias sufre brutalmente la invasión de inmigrantes ilegales (que, además, son muy violentos y muy conflictivos). Pero la mayoría de los vídeos son de delitos cometidos por jovenlandeses en Cataluña (España).
«Amego, daeme un segarro» («Amigo, dame un cigarro»). Típica frase con acento marroquí.
Jovenlandés: – Dame un cigarro. O te ma.to, cla.ro.
Yo: – No tengo cigarros. Yo no fumo.
Jovenlandés: – Es igual. Te ma.to igualmente.
¿Queréis noticias diarias de «Jovenlandia»?
Divergente Digital:
https://www.youtube.com/@DivergenteDigital/videos
¡Buenísimo el canal! ¡Infinitamente recomendable!
Me gustaMe gusta
🔴 INFINITAMENTE MEJOR LA INMIGRACIÓN LEGAL HISPANOAMERICANA
PORQUE TRAEN LA CULTURA CRISTIANA MIENTRAS QUE EL ISLAM/KORÁN ES TOTALMENTE INCOMPATIBLE CON LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA : sus SURAS (versículos)y MEZQUITAS PROMUEVEN EL ODIO y ASESINATO CONTRA LOS CRISTIANOS. LEED EL KORÀN..
Me gustaMe gusta
Enhorabuena por el artículo.
Me gustaMe gusta
Tienes toda la razón. Este proceso de aculturación, chancla en mano, responde claramente a la cuestión de qué y para qué queremos la inmigración. Yo te lo digo: esclavos y votantes.
Me gustaMe gusta
He trabajado y vivido en España y Sudamérica y he trabajado también en otros países de Europa con colaboradores de origen europeos y musulmanes, siempre en puestos de responsabilidad empresarial, y con esta experiencia acumulada, me parece magnífico y realista este artículo, y bueno sería que los políticos aprendiesen y estuviesen a la altura, los de uno y otro bando.
Enhorabuena Sr. Pascual.
Me gustaMe gusta