El Institut de Nova Història ataca de nuevo.Son los que nos delitaron haciéndonos creer que Cristóbal Colón, Américo Vespuccio, Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Nicolás Copérnico, Hernán Cortés o el Cid Campeador eran catalanes. Esta vez le toca el turno a Pere Coll, médico de profesión, es colaborador del Institut Nova Història,

Ha escrito y poublicado este marzo un ensayo titulado, el susodicho, En Quixot de les Garrigues a les Muntanyes de Prades de Miguel de Cervantes, en el que pretende demostrar que el punto de partida del periplo de Don Quijote fue La Pobla de Cérvoles, un municipio de unos 190 habitantes ubicado en Les Garrigues (Lérida).

El ensayo propone, sin ningún rubor que el se inició en La Poble de Cérvoles, pasando por Vilanova de Prades para llegar a Prades, donde estaría situado el hostal de Palomeque. Ahí encontraría a un ilerdense que no sería otro que el hostelero a quien Don Quijote pide que lo arme caballero. Posteriormente, Quijote proseguiría sus aventuras en Fanera, Montral y su escondite al pie del Picorandan en Capafonts (Tarragona).

Nada nos dice el ensayo si Don Quixot llevaba una guía MIchelin.

En una entrevista en el periódico local Som Garrigues, el autor asegura que el Quijote «no está verdaderamente ambientado en la geografía manchega y castellana». Es decir, según su teoría, el famoso inicio de la obra cumbre de la literatura española de ‘en un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme‘, sería solo un ejercicio retórico.

Coll, siguiendo su delirio, afirma que Cervantes escribía en clave para que no lo persiguiera la Inquisición (¿?). Por ende, deduce que deduce que «Paredes» sería en realidad «Vila de Prades» y «Antequera» sería «Anguera», un pueblo abandonado. Y el personaje Ginés de Pasamonte, un galeote liberado por Don Quijote, sería una referencia velada a Gascó de Montcada.

Ya lo decíamos hace años, que no se debçia legalizar la marihuana, que eso no es bueno.

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